El Fondo Monetario Internacional incluyó ayer a la moneda china entre las canastas de monedas aceptadas para otorgar préstamos del organismo. El renminbi se sumó así al dólar, el euro, el yen y la libra esterlina. El director del Departamento de Estrategia del Fondo, Siddharth Tiwari, y el Director del Departamento Financiero, Andrew Tweedie, explicaron que “la decisión representa un hito para la integración china en el sistema financiero mundial. La determinación del FMI de que el renminbi es una moneda de libre uso refleja el creciente papel que desempeña China en el comercio mundial y el incremento sustancial del uso y de la negociación internacional de la moneda china. Es también un reconocimiento del progreso de las reformas de los sistemas monetario, cambiario y financiero de China, y de los avances en la liberalización, integración y mejora de la infraestructura de los mercados financieros del país”.

A partir de hoy, el Fondo incorporó al renminbi en la cesta de monedas que componen los derechos especiales de giro (DEG). El DEG es un activo de reserva internacional creado en 1969 para complementar las reservas oficiales de los países miembros del FMI. El organismo tomó la decisión en base a dos criterios. El primero fue el protagonismo de China en las exportaciones a nivel global. “Este criterio forma parte de la metodología del DEG desde los años setenta, y su objetivo es garantizar que las monedas que puedan incluirse en la cesta sean aquellas emitidas por países miembros o uniones monetarias que desempeñen papel clave en la economía mundial”, mencionaron los funcionarios. El segundo criterio es que la moneda sea de “libre uso”, es decir que se la utilice ampliamente para saldar transacciones internacionales y que se la negocie ampliamente en los principales mercados de cambio.

Según el FMI, la inclusión del renminbi tendrá efectos positivos para el sistema financiero internacional, puesto que le permitirá a los países diversificar la composición de sus reservas, al tiempo que potenciará a la economía china y, por tanto, a la economía global.