El Frente para la Victoria-PJ está dispuesto a hacer valer su peso en el Congreso para impulsar una reforma electoral alternativa a la que pretende la alianza Cambiemos. Ayer por la mañana el bloque de Diputados que conduce Héctor Recalde presentó dos dictámenes, uno de rechazo absoluto a la iniciativa del oficialismo y otro –en caso de que el Gobierno insista en avanzar con el tema– que contiene una modificación central a la propuesta de voto electrónico: las máquinas solamente serán impresoras de boletas mientras que el conteo de los votos se realizará de manera manual. Esta última propuesta, presentada por Juan Manuel Pedrini lleva también la firma del titular del PJ, José Luis Gioja y apunta a reducir la vulnerabilidad del sistema y evitar la posibilidad de un hackeo. Pero además de las iniciativas en la Cámara baja, donde el FpV no tiene mayoría propia, en el Senado, donde sí cuenta con el número para imponerse, Juan Manuel Abal Medina y Omar Perotti están trabajando en un proyecto en el mismo sentido. Fuentes parlamentarias adelantaron a Página/12 que podrían presentarlo este mismo lunes.

La decisión del macrismo de acordar con el Frente Renovador y el Bloque Justicialista para conseguir aprobar la Boleta Unica Electrónica parece encontrarse con obstáculo importante. En el Senado, el FpV-PJ cuenta con 38 senadores sobre 72 y podría cambiar los planes del presidente Mauricio Macri. La iniciativa impulsada por Pedrini y Gioja en Diputados contempla un “sistema de votación con impresión del sufragio mediante pantalla electrónica”. Según el texto, se trata de un “procedimiento por el cual la elección de los candidatos y/o precandidatos se lleva a cabo a través de una selección digital en dispositivo electrónico que permite la impresión de esa selección en un respaldo en papel, que sirve a los fines de la verificación y conteo de votos”. En su artículo 62, el proyecto establece explícitamente que “además del registro impreso, la boleta impresa mediante pantalla electrónica no podrá contener ningún soporte tecnológico, chip, código de barras, ni ningún otro mecanismo de lectura digital”. De esta manera, se busca evitar la manipulación que pueda surgir al momento del escrutinio electrónico del voto, como propone el proyecto del Gobierno. Las “impresoras” no guardarán información y la boleta impresa será introducida en una urna para su posterior conteo tras el cierre de las mesas. Este mecanismo serviría para evitar problemas como el robo de boletas o el voto cadena aunque se mantendrían otros problemas del sistema actual como los errores en la confección de las actas.

“Estamos a favor de la utilización de tecnología pero entendemos que debe hacerse sin poner en riesgo la seguridad del voto. Este sistema de impresión con conteo manual nos parece muy superior porque combina las ventajas de la tecnología con el voto el papel en la urna”, aseguró Abal Medina en diálogo con este diario. El senador, politólogo y ex jefe de Gabinete, está trabajando en la iniciativa junto al santafecino Perotti. Entre otras cuestiones que están bajo análisis se encuentra la posibilidad de incorporar un tema complejo, que el Gobierno no quiso tratar, al menos en esta etapa: el financiamiento de las campañas. En la misma línea que el otorgamiento gratuito de espacios audiovisuales publicitarios, se estudia la posibilidad de que el financiamiento sea exclusivamente estatal, impidiendo los aportes privados.

A diferencia de Diputados, donde el proyecto de paridad de género está incluído en el paquete de reforma electoral, en el Senado se redactó como una ley separada, la cual ya tuvo dictamen de comisión. En este marco, si la Cámara baja finalmente logra avanzar con la iniciativa pactada entre Cambiemos y el Frente Renovador, en el Senado podría realizarle modificaciones o avanzar primero con los dos proyectos propios. De todas maneras, fuentes cercanas al jefe de la bancada del FpV-PJ, Miguel Pichetto, aclararon que siempre fue una conducta del senador no interferir en los proyectos que ya se encuentra en tratamiento en la otra cámara y esperar a que sean remitidos para su revisión luego de obtener media sanción.