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Miles de trabajadores bolivianos repudiaron en las calles de todo Bolivia la decisión del presidente Carlos Mesa de exportar gas a Argentina antes de un referendo popular que dilucidará el destino de los hidrocarburos en julio próximo. Convocada por la unitaria Central Obrera Boliviana (COB), la principal manifestación tuvo lugar en la ciudad de La Paz, colapsada por una marcha pacífica de entre ocho y diez mil personas, en su mayor parte mineros, vendedores al menudeo y trabajadores en trance de jubilación.
El centro paceño fue paralizado durante casi dos horas al grito de “Mesa, chileno, el gas no se vende”, mientras lanzaban petardos contra la política energética del presidente, quien desde octubre dimitió tras una sangrienta revuelta popular desatada por su decisión de exportar gas. El líder de los sindicatos bolivianos, Jaime Solares, calificó de “entreguista” al gobernante por su decisión de exportar gas a Argentina.
“Los bolivianos querían la industrialización del gas y no, simplemente, con trampas, exportar primeramente a Chile (en triangulación con Argentina, supuestamente), en forma muy mañosa, en una patraña muy bien fundamentada”, deploró Solares.
En tono amenazante, Solares dio plazo hasta principios de mayo para que Mesa “nacionalice, industralice el gas y anule la economía de libre mercado” en el país. “Una advertencia: si el gobierno no cumple con la agenda de octubre (pasado, cuando fue derrocado Sánchez de Lozada a instancias de la COB y sindicatos campesinos y cocaleros), tiene plazo hasta mayo. Si no, se va del gobierno”, sentenció.
El dirigente sindical denunció que el proyecto de ley de Hidrocarburos, que la administración Mesa puso desde el miércoles en consulta a la sociedad civil, se conocía desde el fin de semana en España, sede de la petrolera Repsol, que opera en sociedad con los ricos yacimientos gasíferos del sur de Bolivia. Al tiempo de declarar la guerra al gobierno “si no se pasa a las filas del pueblo”, Solares dijo que “lo que más indigna es que esta ley (de Hidrocarburos) que vamos a estudiar, sobre la que supuestamente tenemos que opinar, ya fue conocida 72 horas antes en España, por parte de la empresa Repsol”.