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El mayor nivel de importaciones, en particular de bienes de capital, está achicando el enorme superávit comercial del último año. Durante mayo, el saldo positivo en la balanza comercial fue de 1571 millones de dólares, un 8 por ciento menos que en igual mes del año pasado. En los primeros 5 meses del año, el superávit acumulado en la balanza comercial alcanzó los 5616 millones de dólares, un 21 por ciento menos que en igual período del 2003.
Dentro de la tendencia general, como queda en evidencia por los datos anteriores, en mayo el crecimiento de las importaciones se desaceleró levemente, mientras que las exportaciones repuntaron: las primeras aumentaron un 64 por ciento y las ventas al exterior, un 20 por ciento. Pero en lo que va del año, el incremento fue del 71 por ciento y 16 por ciento, respectivamente.
En mayo las importaciones de bienes de capital subieron un 120 por ciento. Entre los rubros más dinámicos se destacaron los teléfonos celulares, camiones y tractores, provenientes de Brasil; y, como reflejo de la crisis energética, se registró un boom de compras de grupos electrógenos de origen norteamericano. También a raíz de la crisis energética, aumentaron 120 por ciento la importaciones de combustibles, principalmente gasoil y fuel oil proveniente de Venezuela, que se destinaron a las generadoras de ciclo combinado para liberar consumo de gas.
En los primeros cinco meses del año, las importaciones ascendieron a 8044 millones de dólares. En ese período las adquisiciones de bienes de capital crecieron un 155 por ciento. En tanto, las compras de bienes intermedios aumentaron 38 por ciento; las de bienes de consumo, un 69 por ciento y las de piezas y accesorios para bienes de capital, un 68 por ciento. También hubo un espectacular salto de las importaciones de “vehículos automotores de pasajeros” (+303 por ciento), aunque desde niveles muy bajos.
El fuerte aumento de las exportaciones en mayo se explica exclusivamente por un alza de 21 por ciento en los precios (fundamentalmente de los derivados de la soja, cereales y carnes), ya que los volúmenes despachados se mantuvieron constantes.
Entre enero y mayo, las exportaciones acumularon 13.600 millones de dólares. De ese total de ventas, 36 por ciento corresponde a manufacturas de origen agropecuario (MOA), el 25 por ciento a manufacturas de origen industrial (MOI), 23 por ciento a productos primarios y el 16 por ciento a combustibles y energía. En el período, sólo las exportaciones de MOA, que aumentaron 34 por ciento, crecieron por arriba del promedio (16 por ciento). Mientras que las ventas de MOI aumentaron 13 por ciento, las de productos primarios el 6 por ciento, y los combustibles el 3 por ciento.
En lo que va del año el principal comprador de la Argentina fue la Unión Europea, hacia donde se destinó el 19 por ciento de las exportaciones. El 18 por ciento se colocó en el Mercosur; el 16 por ciento fue a Asia, Corea, China Japón e India; el 13 por ciento al Nafta; y el 11 por ciento a Chile.