EL PAíS › EL JEFE DE GABINETE HABLO DE LA PROTESTA SOCIAL EN EL SENADO
“El tiempo es mejor que el garrote”
Alberto Fernández ratificó en el Senado la política oficial de no reprimir a los piqueteros. “Entre el garrote y el tiempo, elegimos el tiempo”, dijo. Se cruzó con Eduardo Menem.
Por Eduardo Tagliaferro
Los piqueteros estuvieron presentes en el Senado. No se sentaron a las bancas, ni estuvieron de cuerpo presente, pero fueron el tema excluyente del debate que por casi cuatro horas mantuvieron los senadores y el jefe de Gabinete, Alberto Fernández. “Entre el garrote y el tiempo, elegimos el tiempo”, sostuvo el ministro para ratificar la política del Gobierno de no reprimir la protesta social. Luego de sostener que hay cerca de un cincuenta por ciento de argentinos que está por debajo de la línea de pobreza, Fernández dijo, hablando de la protesta social, que “no se va a resolver de un día para otro, tantos años de degradación social”. Aunque ninguno de sus interlocutores apelaron al pedido de represión, casi todos pusieron el acento en la judicialización de la protesta. “Hay sensación de inseguridad”, subrayó el riojano Eduardo Menem. La salteña Sonia Escudero reclamó por la visión de un país federal y por el monopolio de la fuerza y del papel que cumple el Estado.
Fueron varios los senadores que apelaron a las tareas del Estado. Sin demorarse en analizar quiénes fueron desde hace años los beneficiarios y quiénes los perjudicados por las políticas que lleva adelante ese Estado. El único que lo mencionó fue el radical misionero Mario Losada cuando descartó recurrir a la represión contra los piqueteros ya que “estaríamos condenando a quienes por nuestros errores están en un estado de necesidad”. Luego de afirmar que “algo hay que hacer”, le preguntó al ministro por los planes de gobierno.
Menem sostuvo que el principal problema del momento es la inseguridad. Luego de decir que “la disyuntiva no es caos o garrote”, puso el acento en la sensación de inseguridad y preguntó al ministro “cuál es el límite. Se toman comisarías, locales comerciales, una empresa, un tren. En qué momento se hace presente la fuerza del orden”, dijo con énfasis el riojano. También demostró su enojo contra una astilla de su mismo palo.
“La parte más vulnerable de este gobierno es el Ministerio de Justicia”, concluyó luego de hablar incluso de incapacidad para describir las medidas del ministro Gustavo Beliz.
Fernández no se calló y su respuesta produjo el enojo del riojano y un pequeño cruce verbal (ver aparte). Pidió paciencia y tolerancia. Subrayó la frase diciendo: “Con un muerto en nuestras espaldas no dormimos tranquilos”. Para que no quedaran dudas, continuó: “Quién se anima a pegar un garrotazo o a lanzar una granada de gas lacrimógeno a una manifestación con mujeres e hijos en brazos o en cochecitos”. También dio información a los senadores sobre los hechos ocurridos en la Boca luego del asesinato del militante de la Federación de Tierra y Vivienda Martín Cisneros.
“En general, a la comisaría fue gente del barrio que reaccionó después del hecho. No sé si ustedes saben, pero en la comisaría hubo 23 mujeres y 19 hombres”, comentó Fernández, que incluso reiteró que la intervención de Luis D’Elía había evitado problemas mayores.
Para el ministro no son todos iguales dentro del movimiento piquetero. Habló de los que “no entienden” para calificar a los grupos liderados por Raúl Castells o el Polo Obrero. A Castells no lo nombró en ningún momento y al Polo, sí. Dijo, sin ponerse colorado, que “hay sectores que quieren tener un nuevo Kosteki y Santillán o 22 muertos en la Plaza y nadie quiere eso”. Fue muy duro para hablar de la izquierda. Tanto como lo fue cuando mencionó a los medios de comunicación. “Si el New York Times todos los días publicara que hay tres muertos en Nueva York, no me quedan dudas de que sus habitantes estarían atemorizados y en pánico”, dijo para dar un ejemplo del impacto de los medios. “No estamos diciendo que estamos frente a una fuerza policial ineficiente, pero estamos atentos a lo que allí pasa”, concluyó al hablar de la policía.