SOCIEDAD › RESTITUYEN A UNA NENA RETENIDA EN EE.UU. POR SUS TIAS
Pasaje de vuelta para Micaela
La chica fue de vacaciones en enero a Los Angeles con dos tías. Argumentando que la Argentina era insegura, la retuvieron. La madre recurrió a la Justicia de California. Y le dieron la razón.
Por Mariana Carbajal
Laura Sotelo no puede disimular su felicidad. Esta enfermera, de 31 años, de la localidad bonaerense de Ezpeleta, acaba de reencontrarse en Estados Unidos con su hija, de 10 años, después de casi cinco meses de una lucha desesperada, que la enfrentó a sus propias hermanas. A diferencia de la mayoría de los casos de apropiación internacional de chicos, en los que alguno de los padres es quien retiene ilegalmente a un menor, en este fueron las tías maternas las que se apoderaron de la niña. Ellas viven en la ciudad de Los Angeles y este verano invitaron a su sobrina a pasar allí unas vacaciones. Pero sorpresivamente resolvieron retenerla e impedirle regresar con su mamá con el argumento de que “Argentina es un país inseguro” y que en Estados Unidos iba a “tener un mejor futuro”, según alegaron en el juicio de dos días que se desarrolló en una corte de California y a través del cual Laura consiguió la restitución de Micaela, con el apoyo de la Cancillería argentina. “La abracé y lloramos las dos juntas”, describió Laura los primeros instantes con su hija, a quien no veía desde fines de enero.
Laura llegó el domingo a Los Angeles. Desde el 5 de febrero no tenía noticias de su hija. Según contó a Página/12, Micaela había viajado sola para pasar unas vacaciones con sus tías, que viven en Los Angeles hace alrededor de una década. “La idea era que estuviera con ellas 28 días”, señaló Laura. Hasta ese momento la relación familiar no tenía cortocircuitos. “Habíamos pasado todos juntos las fiesta en diciembre, en Buenos Aires”, destacó. El pasaje de regreso de Micaela tenía fecha 19 de febrero. “Pero mientras mi hija estaba con ellas, me anunciaron que no la iban a mandar de vuelta. Yo llamaba para que entraran en razones y me cortaban. Y después cambiaron el número de teléfono y no pude hablar más”, contó, en diálogo telefónico desde el Consulado argentino en Los Angeles, que la acompañó en la pelea. “No entiendo la actitud de mis hermanas”, agregó y precisó que Miriam, de 43 años, es farmacéutica, está casada y tiene dos hijos, de 18 y 16 años; y Silvina, de 32, es enfermera, está divorciada y no tiene hijos.
Laura está separada del padre de Micaela hace 9 años. Y según dijo, él no le pasa cuota alimentaria y tiene poco contacto con la nena. “En la mitad del trámite que yo estaba haciendo para recuperar a mi hija, él me pidió que le diera la tenencia para entregársela a mis hermanas. Según me contó Micaela, recibía plata de las tías para que autorizara que ella se quedara en Estados Unidos y para no firmar el pedido de restitución”, contó la mujer. Pero Laura supo pronto que no necesitaba la firma de su ex marido porque la patria potestad es compartida. Laura pidió ayuda en la Cancillería. El 21 de febrero tomaron intervención en el caso las direcciones de Asuntos Consulares y de Asuntos Jurídicos. “Desde el Consulado tuvimos un primer contacto con las tías. Simplemente se negaban a restituir a su sobrina”, contó a este diario el cónsul general en Los Angeles, Luis María Kreckler. En mayo se hizo una presentación judicial ante la Corte de Los Angeles tomando como fundamento la Convención de La Haya de 1980 para casos de restitución de menores. El tribunal fijó la audiencia para el lunes último. Ese día Laura volvió a encontrarse con su hija por algunas horas, después de casi cinco meses de separación. Pero como el juicio de restitución se extendió un día más, recién el martes, cuando la jueza Margaret Taylor falló a su favor, Laura recuperó a Micaela.
Según detalló el cónsul, las hermanas alegaron en el juicio que en Los Angeles se vive mejor y es un lugar más seguro que la Argentina y que en Estados Unidos su sobrina tendría más posibilidades de progreso. Además, sostuvieron que la madre de Micaela se drogaba, aunque ella lo niega. “La jueza dijo que las pruebas presentadas por la otra parte eran insostenibles. Por ejemplo, señaló que Los Angeles también era insegura porque estaba llena de pandillas. Con respecto a la tenencia de la niña, aclaró que deberá dirimirse en la Justicia argentina y entre la madre y el padre”, indicó el cónsul. Laura tuvo como defensor al fiscal de la Ciudad. “La nena está chocha –describió el cónsul–. Pensaba que nunca más iba a ver a su mamá.” Durante su estadía en Los Angeles, Micaela fue a una escuela. Aquí seguirá sus estudios en el colegio Santa Teresita del Niño Jesús, donde este año tenía que comenzar sexto grado. Laura quiere que su historia se conozca para alentar a otras madres o padres que estén en situaciones similares a dar batalla: “Quiero que sepan que no es imposible, que hay gente en la Cancillería que las va a apoyar”. Hoy, madre e hija llegarán a la Argentina.