ECONOMíA › COMENZO LA ASAMBLEA ANUAL CONJUNTA DEL FMI-BM. NO HABRA NOVEDADES DEL CANJE
“Con la propuesta que se conoce alcanza”
Uno de los funcionarios que integra la reducida misión de Economía explicó a Página/12 qué harán en la Asamblea del FMI-BM y cuál es la idea del ministro: pasar inadvertido. Asegura que la oferta a los acreedores, que se pensó en endulzar, ahora no se modificará.
Por Marcelo Zlotogwiazda
“Lo más relevante que vamos a hacer en Washington es una serie de reuniones cerradas y reservadas con individuos muy calificados del mundo de las finanzas que tienen que ver con el canje de la deuda, pero no vamos a participar de ninguno de los seminarios y reuniones públicas a los que nos invitaron para exponer y, por supuesto, no hay que esperar ninguna novedad ni anuncio vinculados con el canje por la sencilla razón de que la oferta definitiva es básicamente la que ya se conoce.” Así sintetizó uno de los pocos funcionarios que están junto a Roberto Lavagna en la Asamblea Anual conjunta del FMI-Banco Mundial, que se desarrolla en Washington, las bajas expectativas con las que viajaron.
Así como hace un año en la Asamblea Anual realizada en Dubai la Argentina estuvo en el centro de la escena al presentar la primera oferta de reestructuración, la delegación que viajó este año lo hizo con la idea de mantenerse al costado y lejos del foco de atención. “De hecho, vinimos con la delegación más chica de los últimos tres años.” Además del ministro y del secretario de Finanzas Guillermo Nielsen, asisten a la cumbre sólo un par más de funcionarios.
En Economía habían recibido en los últimos meses infinidad de invitaciones para exponer en seminarios y reuniones que se realizan en forma paralela a la Asamblea y que suelen ser la parte más jugosa de esas cumbres. Sin excepción, las solicitudes fueron rechazadas. “Por ejemplo, Nielsen estaba propuesto para anteceder a Henry Kissinger en el cierre de un coloquio que organizó para el sábado 2 (hoy) el Deutsche Bank, y se negó pese a que las relaciones con esa entidad financiera no son nada malas.” De hecho, anteayer su economista jefe para la región, Gustavo Cañonero, opinó que la oferta argentina es “consistente” y debería ser aceptada por los bonistas defolteados. Además, el banco alemán circuló un documento entre sus clientes realzando como una mejora significativa los esquemas de recompra de bonos que anunció Lavagna.
Pero así como las relaciones con el Deutsche son más que amistosas, el trato con los bonistas alemanes es más que tirante. Las rispideces y las chicanas llegaron al punto de que la Comisión de Valores encargada de aprobar y dar vía libre en ese país al canje de deuda obligó al Ministerio de Economía a traducir al alemán toda la voluminosa presentación que habían hecho en inglés, lo que no es una costumbre en este tipo de operaciones.
Precisamente el temor a las chicanas es una de las razones por las que ni Lavagna ni sus acompañantes van a hablar en público sobre el canje. “Sabemos que hay acreedores muy agresivos que están esperando algún desliz formal para entorpecer y demorar el proceso. Queremos evitar que un discurso en algún seminario sea usado como excusa para una queja de que estamos proporcionando información privilegiada de manera arbitraria”, contó la fuente a Página/12.
Ahora que la Securities and Exchange Commission (Comisión de Valores) de Estados Unidos aprobó todo el papelerío formal, en Economía están a la espera de lo que suceda en los otros países donde hubo presentación formal y donde en los próximos días se va a presentar los prospectos con el detalle de los bonos y de la operación: Italia, Japón y Luxemburgo, además de Alemania. No descartan que en alguno de esos lugares aparezca algún inconveniente o demora, pero aseguran que eso no retrasará el proceso: “Lo que define es lo que pasa en Estados Unidos”, sostiene el funcionario.
El funcionario que asiste a la Asamblea aseguró que el prospecto con el detalle de la operación y de los bonos no contiene ninguna sorpresa.
–¿No hay ninguna mejora adicional?
–No, es básicamente lo que ya se sabe. Puede haber alguna pequeña modificación; pero nada sustancial.
–Eso cambia lo que ustedes mismos dejaban trascender hace algunas semanas; daban a entender que iba a haber algún endulzante a último momento y hasta echó a rodar que pensaban en hacer algún pago en efectivo al principio.
–Es cierto que se barajaron alternativas, pero se descartaron. No las necesitamos. Estamos confiados en que con la propuesta que se conoce alcanza. Como dice Lavagna: “Ahora hay que escuchar a los mercados”.
Según pudo averiguar este diario, la propuesta final que figura en el prospecto se basa en tres bonos (Descuento, Par y Cuasi-Par), que más allá de sus diferentes características tienen todos un premio atado al crecimiento del PBI. El monto de ese premio surge del siguiente mecanismo: si la economía crece más que un 3 por ciento anual, se asume que el excedente de crecimiento genera recursos fiscales de más por el equivalente al 20 por ciento (la presión impositiva).
De esos 20 puntos sobre el crecimiento excedente, la mitad queda para el Estado y la otra mitad se divide en partes iguales destinadas, una a pagar mayor dividendo a los nuevos bonos y la otra a la recompra de títulos públicos.
De este manera, el fondo para la recompra de títulos públicos se conforma con los recursos que queden ociosos por la eventual no aceptación del canje que haya, más lo derivado del punto anterior. “Creemos que todos estos son incentivos que convencerán a varios de no quedarse afuera”, confía el funcionario.
El grado de aceptabilidad depende bastante de lo que suceda en los primeros días del período de seis semanas que –se calcula– quedará habilitado en algún momento de noviembre. Y para que lo que suceda en esos primeros días sea auspicioso para el Gobierno mucho incidirá el grado de aceptación de las AFJP, con las cuales se está afinando los últimos detalles de un acuerdo global que trasciende al canje de deuda y abarca ciertas garantías para el negocio futuro de las administradoras. Lo que ellas tienen para canjear no es poco: a pesar de que se desprendieron en los últimos tiempos de 1600 millones de títulos defolteados, conservan algo más del 15 por ciento del total sujeto a canje. Lo suficiente como para marcar el camino con el ejemplo y de esa manera lograr ciertos privilegios de un gobierno que necesita un alto grado de aceptación.