ECONOMíA › PELEA DE AGENTES DE BOLSA VERSUS BANQUEROS
Negocio gris con bonos de la deuda
Las peleas entre los bancos y los agentes de Bolsa son un clásico de la city, y en los últimos días se reeditó esa batalla cuyos capítulos más recordados se sucedieron durante la década del ’80 y comienzos de los ’90. Históricamente, las pulseadas tuvieron objetivos similares: la cuestión era quién se quedaba con los negocios bursátiles. Ahora hubo condimentos distintos, que incluyen amenazas de juicios y advertencias de boicot.
La actual puja es alrededor del denominado “mercado gris” de los títulos públicos. Allí se negociaron los bonos de la deuda surgidos en el canje. Pero como esos papeles no fueron emitidos en la fecha prevista, el último 1º de abril, los agentes de Bolsa dieron por caídos los negocios pactados desde el momento en que cerró el canje.
Los agentes basan su postura en la resolución que dio formato al “mercado gris”. En ese texto se suscribió que en caso de no producirse la transferencia de los nuevos títulos, el 1º de abril, las operaciones quedarían sin efecto. Copiando la salida al “mercado gris” de la acción de YPF en mayo de 1997, los operadores le pusieron una fecha fija a la clausura de las negociaciones. Esa rigidez fue disparadora de los problemas, no bien Economía decidió la postergación de la emisión de los nuevos títulos.
Distinto fue el caso de los bancos, tanto locales como extranjeros, que armaron su propio mercado, el MAE. En previsión de los problemas que suelen ocurrir en las emisiones de nueva deuda, ellos se pusieron como fecha límite el 1º de octubre. Pero como los banqueros solían arbitrar precios entre ambos mercados, algunas entidades financieras quedaron “vendidas” en la plaza bursátil, con la consiguiente pérdida de dinero.
En la city mencionan a dos bancos que quedaron en esa posición desventajosa: el Mariva y el Deustche, que operó con inversores del exterior. Sobre un total de operaciones caídas de unos 300 millones de pesos, financistas consultados por este diario señalaron que las pérdidas netas fueron de entre 7 y 10 millones.
Los agentes de Bolsa dicen no temerles a los juicios porque se cumplió con la letra escrita. Los bancos amenazan con que dejarán de operar papeles a través del recinto. En el medio, pequeños y medianos inversores esperarán un gesto de sus agentes para no perder lo ganado.