ECONOMíA › LAVAGNA DIJO QUE MANTENDRAN
RESTRICCIONES A PRODUCTOS BRASILEÑOS
La guerra comercial no existe, pero...
El ministro de Economía anticipó que, mientras no haya acuerdo con Brasil para regular el comercio, se mantendrán las barreras a los productos brasileños. Uruguay y Paraguay protestan por las asimetrías
El ministro de Economía niega que existan “conflictos con Brasil”, pero insiste en que se mantendrán las restricciones fijadas para algunos productos fabricados por el socio principal del Mercosur. Del otro lado de la frontera, el ministro de Desarrollo e Industria, Luiz Fernando Furlán, afirmó ayer que “a mediano plazo podrá ocurrir una reducción de las exportaciones a Argentina”, en función de las diferencias de paridad con respecto al dólar entre ambos países, lo que se interpretó como una respuesta directa de rechazo a los reclamos argentinos de medidas compensatorias. En medio de este revuelo, los mandatarios de los socios menores (por el tamaño de sus economías), Paraguay y Uruguay, también hicieron oír su voz demandando eliminar las “asimetrías” que perjudican a sus respectivas producciones. Pese a este clima, ayer Lavagna insistió en que la relación entre Argentina y Brasil es “intensa” y negó que el último encuentro en Brasilia haya dado lugar a discrepancias. “Por momentos, digo, yo debo haber estado en otra reunión”, ironizó.
Según afirmó ayer Roberto Lavagna en un reportaje concedido a la agencia estatal Télam, la nueva propuesta entregada a Brasil para regular el comercio al interior del Mercosur incluye cláusulas similares a la original –presentada en septiembre de 2004 y rechazada en febrero por el gobierno de Lula–, en cuanto a los mecanismos de protección a la industria y el empleo nacional. “Jamás la palabra salvaguarda fue nombrada en la propuesta; nosotros hablamos de una cláusula de adaptación productiva que admite crear mecanismos de protección para la industria y el trabajo argentino, y eso está vigente tanto en la propuesta inicial como en la que acabamos de presentar”, aclaró el jefe del Palacio de Hacienda, aludiendo así a la réplica que esta semana había formulado Furlán a la posibilidad de acordar salvaguardas en el comercio bilateral.
“Mientras no existan instrumentos de carácter permanente, siguen vigentes todos los mecanismos ad hoc que se aplican caso por caso”, explicó Lavagna, aunque aclaró que “en un proyecto de integración de largo plazo es conveniente pasar de mecanismos ‘caso por caso’ a otros institucionalizados”.
La agencia Télam consultó a Lavagna sobre las declaraciones de Luiz Furlán de esta semana, en las que amenazara con renunciar a su cargo si se aprobaran salvaguardas dentro del Mercosur. “Es un problema del gobierno brasileño, que tendrá que procesar internamente sus diferentes opiniones”, tomó distancia el conductor económico argentino, aunque sin dejar de marcar las diferencias entre el ministro de Industria y otros integrantes del gabinete de Lula. “Lo que está claro es cuál es nuestro objetivo, que el presidente Lula y (el canciller Celso) Amorim han reconocido como un objetivo válido, que es que los dos países tienen que tener un desarrollo importante”, apuntó. “No creo que existan diferencias entre Brasil y Argentina. Los datos objetivos juegan a favor de una relación intensa, desde la geografía hasta la necesidad de la escala industrial para ser competitivos en el mercado internacional y de trabajar de manera conjunta en la apertura de nuevos mercados”, abundó.
La propuesta presentada el martes último en Brasilia para regular el comercio en el Mercosur había sido preparada para ser entregada en una futura reunión entre funcionarios de ambos países. Sin embargo, como la fijación de la fecha de este encuentro se venía dilatando “por cuestiones de agenda del gobierno brasileño”, explicó ayer Lavagna, se decidió adelantarla. E insistió que lo más conveniente sería discutir ahora esos mecanismos permanentes de regulación, “cuando hay crecimiento”.
Estas apreciaciones se contraponen a las que ayer pronunció, desde Brasil, Luiz Furlán –antes de que se conocieran las declaraciones de Lavagna a Télam–. “No podemos mezclar cuestiones cotidianas (en relación a los problemas comerciales) con cuestiones estratégicas; si gastamos energía en cuestiones cotidianas, faltará energía para mirar hacia el futuro, que es lo que ambos presidentes quieren”, enfatizó el ministro e industrial paulista. Pese a las evidentes diferencias de posición entre ambos países y la disputa comercial abierta, Lavagna volvió a negar ese hecho y sugerir que la pelea es producto de la imaginación de los medios. “Por momentos yo digo ‘debo haber estado en otra reunión’; simplemente, digo: ‘la verdad, yo no debo haber estado ahí’”, comentó a Télam.
Lavagna consideró que “los datos objetivos juegan a favor de una relación intensa, desde la geografía hasta la necesidad de la escala industrial, para ser competitivos en el mercado internacional, y a favor de trabajar de manera conjunta en la apertura de nuevos mercados. De hecho, la reunión con los países árabes es una muestra de un trabajo en conjunto y todo juega a favor de eso”.
Pero el ministro mostró mayor sintonía con Furlán al referirse a las diferencias cambiarias en Argentina y Brasil. Admitió que la fuerte revaluación del real contra el peso que se viene produciendo desde principios de este año “ayuda a la competitividad argentina”, aunque señaló que “en el mediano plazo, para que el proyecto (Mercosur) avance, es conveniente la estabilidad de algunas variables, particularmente una cierta estabilidad de la variable tipo de cambio”. Más temprano, Furlán había aludido al mismo fenómeno, pronosticando que probablemente las exportaciones brasileñas a la Argentina fueran a caer en un corto lapso, porque “están perdiendo sistemáticamente competitividad”. El ministro brasileño anticipó que en junio vendrá a Buenos Aires para mantener conversaciones con empresarios y funcionarios del Gobierno, apuntando a resolver los desequilibrios comerciales.