ECONOMíA › LAS EXPORTACIONES AUMENTARON 18 POR CIENTO EN JULIO
Súbete a mi motito, china
Estudian medidas de protección para motos y otros productos. Las “impo” de motos chinas crecieron 277%. El perfil primario de las “expo”.
Por Maximiliano Montenegro
Las exportaciones volvieron a crecer en julio a un ritmo del 18 por ciento, comparado con igual mes del año pasado. Teniendo en cuenta que desde hace algunos meses el ministro de Economía se preocupa por no escatimar esfuerzos en sostener un dólar recontraalto, ésta es tal vez una de las mejores noticias que recibió Roberto Lavagna en los últimos días. Sin embargo, y pese al dinamismo que muestran algunas exportaciones manufactureras, el grueso de las ventas argentinas se concentra en productos con escaso valor agregado: “residuos y desperdicios de la industria alimenticia (pellets), porotos de soja, cereales, grasas y aceites, carnes y petróleo crudo”. Sólo escapan a esa lógica las exportaciones de automóviles a Brasil. Por el lado de las importaciones, en tanto, Brasil y China están golpeando fuerte en cada vez más sectores. Por eso, al anuncio de medidas de protección para juguetes y calzado, le seguirán decisiones similares para motocicletas y planchas, entre otros productos. Las importaciones de motos chinas creció 277 por ciento en el año.
Con el aumento de las exportaciones y una desaceleración en el crecimiento de las importaciones (subieron 19 por ciento, pero venían ganando terreno al 30 por ciento), el superávit comercial (expo menos impo) en julio alcanzó los 1222 millones de dólares, 15 por ciento más que en julio del 2004. A veces, que las compras en el exterior se debiliten no es una buena noticia, porque podría ser también una primera señal de pérdida de envión de la demanda interna.
En los primeros siete meses del año, el superávit acumulado llega a 6725 millones, un 12 por ciento menos que en igual período del año pasado. Semejante comportamiento se explica porque si bien las exportaciones crecen fuerte, las importaciones, acompañando la reactivación de la economía, aumentaron todavía más.
Entre enero y julio, las exportaciones escalaron un 14 por ciento, siempre en comparación con el mismo período del año pasado, superando los 22.600 millones de dólares. De continuar la tendencia, las exportaciones de este año se acercarían a los 40.000 millones, todo un récord histórico.
Pero cuando se escarba en los números desagregados del comercio exterior, no todo luce tan brillante. El parte que distribuyó ayer el Indec dice que el salto de las exportaciones en julio “se explicó por el aumento de las ventas de los rubros productos primarios y manufacturas de origen industrial”. Entre los primeros sobresale la fuerte demanda de porotos de soja de China. Entre las manufacturas industriales se destacan las ventas de vehículos que efectúan las multinacionales radicadas en el país a Brasil, cuyo contenido nacional, como es sabido, ronda en promedio el 40 por ciento. Le siguen las exportaciones siderúrgicas, en particular los tubos sin costura fabricados por Siderca, del Grupo Techint, y vendidos en Brasil, Canadá, Egipto y un largo listado de otros países. No hace falta aclarar que esta clase de producción no es intensiva en mano de obra sino en capital y energía.
Como sea, en lo que va del año, las principales exportaciones argentinas en valor absoluto continúan siendo porotos, harinas y pellets (desperdicios) de soja, grasas y aceites, cereales, carnes, petróleo crudo, carburantes, gas de petróleo, productos químicos, y material de transporte. Ese corto listado de productos acapara dos tercios de las exportaciones argentinas. De nuevo, salvando el caso de los automotores, en general son productos con bajo valor agregado o trabajo incorporado, y en su mayoría son intensivos en energía y recursos naturales.
Del lado de las importaciones, según pudo saber Página/12, después de las medidas de protección para calzado y juguetes, en la Secretaría de Industria ahora estudian abrir el paraguas para motos, planchas y algunas maquinarias. En esas ramas, la invasión de productos chinos y brasileños se hace cada vez más difícil de soportar para los fabricantes locales. Por ejemplo, las importaciones de motos (de 50 a 250 centímetros cúbicos) crecieron un 202 por ciento durante el primer semestre del año, alcanzando los 38 millones de dólares. El principal origen de las compras es China, el segundo es Brasil. Y las importaciones de China aumentaron nada menos que 277 por ciento en lo que va del año. Así, si el Gobierno no interviene pronto, en poco tiempo más no habrá motocicleta argentina que arranque.