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El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, afirmó ayer que “en un año” el Banco Central recuperará los casi 10.000 millones de dólares de reservas que perderá el próximo 3 de enero cuando se concrete el pago al Fondo Monetario para cancelar la deuda con el organismo. “La decisión es una muestra de la solidez de la economía argentina”, dijo el jefe de Gabinete, quien negó además que el Gobierno esté evaluando abrir el diálogo con los acreedores privados que quedaron fuera del canje de deuda. Ayer el dólar bajó un centavo, cerró a 3,04, y hubiese caído más si no fuera por el Central, que compró 20 millones para las reservas.
“En el término de un año se recompondrán las reservas” utilizadas para pagarle al Fondo, indicó Fernández en declaraciones radiales, al tiempo que destacó que “la Argentina estará con una deuda de 10 mil millones de dólares menos”. El jefe de Gabinete se preocupó ayer por defender la decisión presidencial, después de las críticas que recibió la política de pagarle al FMI en una sola cuota desde los legisladores de la oposición. “El Fondo Monetario Internacional era un condicionante en el discurso de todos, un problema para toda la Argentina y un mecanismo de intervención de la economía argentina”, aseguró. Así que “el pago al Fondo es un hecho muy importante, porque nos quita la condición de deudor con el principal organismo de crédito multilateral”, agregó.
El funcionario explicó que buena parte del pago al Fondo será compensado por los créditos que recibirá el gobierno de Venezuela, a través de la emisión de títulos públicos, y los que podría eventualmente conseguir de España. “La Argentina cambia compromisos de cercano vencimiento por otros a 10 años”, sostuvo.
Según Fernández, “nadie sensatamente puede estar en desacuerdo con la decisión, salvo que lo hagan con un criterio especulativo”. En realidad, la decisión es muy cuestionable desde el punto de vista económico. Primero, porque obligaría al Gobierno a hacer buena letra en lo fiscal en los próximos meses, postergando los reclamos de jubilados o beneficiarios de los planes jefes de hogar, entre otros sectores. Segundo, porque no tendrá mayores consecuencias económicas, siempre y cuando las condiciones financieras internacionales continúen siendo tan favorables como hasta ahora. En caso contrario, de haber turbulencias financieras, siempre es mejor contar con 10 mil millones extra en las reservas del Central.
Sea como fuere, lo cierto es que el pronóstico de que el Banco Central podría recuperar el año próximo la totalidad de esas reservas no es descabellado. En el 2004, la entidad acumuló 4000 millones de dólares en sus reservas y este año completará una suma de 7000 millones. Si se tiene en cuenta que en el 2006, el superávit comercial rondaría los 10 mil millones de dólares y que el ingreso de capitales se fortalecería, entonces no faltarían dólares en el mercado local. Y el Central debería comprar, en buenas cantidades, diariamente para sostener la cotización arriba de los 3 pesos.
Eso fue lo que ocurrió ayer. En un mercado con escasa actividad por las fiestas, el Central adquirió 20 millones y aun así el dólar cerró por debajo del día anterior, a 3,04.