EL PAíS › EL GOBIERNO Y LA OPOSICION EN PIE DE GUERRA POR LA EMERGENCIA ECONOMICA
Una polémica para el arbolito
A través del jefe de Gabinete, el Gobierno criticó a la oposición por especular con el quórum en la sesión del jueves. Los opositores volvieron a la carga contra las pretensiones hegemónicas de la Rosada y por no permitir el debate. Además, cuestionaron la legalidad de la sesión.
Por Fernando Cibeira
La controvertida sesión de la Cámara de Diputados del jueves que terminó con el oficialismo aprobando la Ley de Emergencia Económica con los votos justos dejó al Gobierno y a la oposición en pie de guerra. Desde la Casa Rosada, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, acusó a los bloques opositores de actuar de manera “extorsiva, imperativa y nada democrática” por especular con el quórum. Los legisladores opositores sostuvieron que el oficialismo protagonizó un espectáculo “bochornoso” y que copia los mecanismos utilizados por el menemismo al impedir el debate. En el bloque oficialista admitían que tal vez se había pagado un costo por la sanción apresurada de la emergencia económica, pero que el calendario los había dejado sin opción y que no contar con esa norma habría traído consecuencias mucho mayores. Aunque sigue en pie la sesión especial para tratar el miércoles la modificación al Consejo de la Magistratura, en el Gobierno ya resolvieron que –como adelantó ayer Página/12– el proyecto quedará para la reanudación de las sesiones ordinarias el año próximo. Al cruce de polémicas se sumó inesperadamente el ex presidente Fernando de la Rúa, quien acusó a Néstor Kirchner de colocarse “en el umbral del fascismo” por sumarse a un sketch con su imitador en el programa de Tinelli (ver aparte).
Según la Casa Rosada, la oposición montó un show. Porque especuló tras bambalinas con quitarle el quórum al oficialismo y luego se rasgó las vestiduras cuando se encontraron con los hechos consumados. Y que, por último, se unieron tras una intentona del radicalismo cuando quiso reabrir la lista de los diputados presentes para evitar que el oficialismo –que necesitaba una mayoría especial de los dos tercios de los presentes– sacara la Ley de Emergencia Económica.
“Ahí los demás se sumaron. Pero el duhaldismo, PRO y el ARI habían acordado empezar la sesión con nosotros”, aseguraban en Gobierno, en una versión que no coincidía con la de los opositores. En la Casa Rosada insistían en calificar como “una canallada” la intención opositora de restar quórum. El oficialismo juntó 130 diputados con el aporte de aliados circunstanciales como los cordobeses de Luis Juez, los puntanos de Rodríguez Saá o los radicales de Catamarca. Sólo habló el diputado Carlos Snopek, miembro informante del kirchnerismo. Cuando terminó su discurso, se propuso la votación y llegó el escándalo.
“Fue un bochorno. El Gobierno logra mantener una mayoría frente a lo que la oposición sólo puede debatir, denunciar y advertir a la opinión pública”, explicó el jefe del bloque de diputados de la UCR, Fernando Chironi. Los radicales confirmaron que analizan presentar un recurso ante la Corte Suprema para anular la sanción de la Ley de Emergencia Económica.
“Entre los partidos de la oposición tenemos muchas diferencias, pero nos unimos para reclamar un piso de legalidad para funcionar. Lo mínimo que se puede pedir es que nos permitan expresarnos”, se quejó el jefe de la bancada del ARI, Eduardo Macaluse.
El enojo de la oposición era por partida doble: se quejaban porque se había cerrado la lista de oradores en la sesión y por el contenido de la Ley de Emergencia Económica. Desde el año pasado, la norma se aprueba en medio de una polémica debido a que conlleva una ampliación de facultades al Ejecutivo.
En Gobierno aseguran que habían supuesto que este año no necesitarían prorrogar la emergencia. Pero que luego comprendieron que si esa ley no se aprobaba antes de fin de año, se quedaban sin elementos tales para la gestión como la continuidad de los Planes Jefes y Jefas o las contrataciones directas en el área de Salud.
La oposición tiene sobre la ley una larga lista de cuestionamientos. De movida, consideran que es ilógico que se siga hablando de emergencia con un país con tercer año de crecimiento vigoroso del PBI y que puede cancelar de un saque una deuda de diez mil millones de dólares con el FMI. Macaluse, del ARI, cuestionó la prerrogativa que le da la norma al Ejecutivo para renegociar de los contratos con las empresas privatizadas. “Es una renegociación que mueve millones de dólares. No puede ser que los opositores ni siquiera podamos opinar sobre el tema”, sostuvo.
Aunque la Emergencia Económica fue aprobada, en Gobierno tenían sus dudas respecto de cómo se habían dado las cosas en el Parlamento. “Por ahí, a (Alberto) Balestrini y a (Jorge) Rossi les faltó un poco de muñeca política. La sesión estuvo muy cerca de caerse”, evaluaba un funcionario. Cerca de Ro-
ssi aseguraban que el jefe del bloque de diputados K había seguido al pie de la letra las instrucciones que le llegaban desde la Casa Rosada. “La indicación del Gobierno era que la ley tenía que salir el jueves sí o sí”, afirmaban.
Seguramente influido por las graves repercusiones de lo sucedido en la sesión del jueves, ayer, en la Casa Rosada adelantaban que la sesión especial del miércoles próximo para tratar el achicamiento del Consejo de la Magistratura quedaría en la nada. “Que se debata todo lo que sea necesario”, explicaba anoche un alto funcionario. La iniciativa, que lleva la firma de la senadora Cristina Fernández de Kirchner y es resistida por la oposición, será discutida en comisión y recién se tratará en el recinto en marzo del año próximo.