“Como nosotros cumplimos nuestra parte, como bajamos la carne, le pedimos al Gobierno cumpla la suya”, le dijo ayer el presidente de Quickfood, Luis Bameule, a Felisa Miceli. El reclamo del titular de uno de los frigoríficos exportadores más importantes fue por la liberalización de los containers retenidos en el puerto con carne con destino a Europa. La ministra le respondió que entiende la preocupación del sector, sugirió que podría haber novedades la próxima semana, pero evitó dar fechas precisas de cuándo se produciría la apertura. El contrapunto se produjo ayer durante un almuerzo de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), el primero al que fue invitada la jefa de Hacienda. Para no generar conflictos, el plato principal fue salmón.

La entidad se pronunció en defensa del sector ganadero, al pedir que “se respeten las reglas de juego”. También deslizó críticas por el control de precios, que afectaría las inversiones. AEA reúne a ejecutivos de las empresas de mayor facturación del país.

Ayer estuvieron Luis Pagani –su presidente, de Arcor–, Alfredo Coto, Enrique Pescarmona (Impsa), Carlos Oliva Funes (Swift), Juan Bruchou (Citibank), Marcelo Lema (IBM), Sebastián Bagó (Laboratorios Bagó), Aldo Roggio, Oscar Vicente (ex Petrobras), Cristiano Rattazi (FIAT) y Amalia Lacroze de Fortabat, entre otros. En privado, esos empresarios son muy críticos de la política de intervención del Gobierno y, en especial, de la restricción a las exportaciones de carne. En los discursos, los cuestionamientos fueron más moderados.

El único que hizo un planteo directo fue el titular de Quickfood. “Sonó duro por la urgencia que conlleva la situación”, señaló Bameule a Página/12. “La vida útil de la mercadería retenida en el puerto y en las fábricas es de 120 días y ya llevamos más de 45 sin poder enviarla. Si le sumamos un viaje en barco de 15 a 20 días, nos quedan menos de 50”, remarcó el empresario, quien recordó que quedan 4000 toneladas de Cuota Hilton a exportar antes del 30 de junio y existe el riesgo de no llegar a tiempo. En ese caso, “Argentina podría sufrir una penalización de la Unión Europea que disminuya nuestra cuota”, agregó. Finalmente, sostuvo que buena parte de la carne no debió haber sido bloqueada porque la resolución oficial excluía las exportaciones de Cuota Hilton.

Miceli le respondió que el Gobierno tuvo que tomar esa medida para “armonizar” los intereses de los consumidores con la búsqueda de rentabilidad del sector ganadero. Luego sugirió que podría haber una solución en los próximos días, pero sin comprometerse a nada.

Pagani hizo una referencia tangencial al tema cuando pidió “la profundización de una verdadera economía de mercado, en la que prevalezca la competencia y se respeten las reglas de juego”. Esto es condición para “que se lleven adelante más inversiones por parte del sector privado”. De todos modos, el empresario elogió la marcha de la economía.

Por otra parte, el titular de AEA indicó que controlar la inflación es el principal desafío para la conducción económica. “La inflación atenta contra la productividad, la eficiencia y la competitividad de nuestras empresas”, afirmó. Al dar su visión de cómo debería combatirse, dejó en evidencia la oposición de la entidad a la política de acuerdo de precios. “Los empresarios consideramos que el camino más adecuado es el de estimular, de todas las maneras posibles, un aumento de la inversión productiva.”

A su turno, la ministra defendió los acuerdos y dijo que se seguirá analizando la evolución de los precios “sector por sector”. De todos modos, afirmó que la política antiinflacionaria se complementa con un esquema macroeconómico solvente. Lo principal, aseguró, es mantener un elevado superávit fiscal. Miceli remarcó que la estrategia llevada adelante por el Ejecutivo permitió desinflar las expectativas de suba de precios y controlar la situación. Finalmente, destacó el éxito en la colocación de bonos de anteayer y la mejora en los indicadores sociales.