El Bono del Sur que planean lanzar en forma conjunta la Argentina y Venezuela ya tiene monto de emisión: será por 5000 millones de dólares. Aunque todavía se desconoce el momento en que se realizará la licitación, una alta fuente del Ministerio de Economía señaló que los fondos recaudados se utilizarán para cubrir las necesidades financieras del próximo año.

“No tenemos apuro. El ejercicio 2006 ya lo tenemos financiado”, señalaron anoche en el Palacio de Hacienda. Luego dio a entender que el lanzamiento podría conocerse apenas 48 horas antes de realizarse. “Estamos trabajando en él”, completó la fuente. Hasta ahora, los financistas especulaban con la posibilidad de que Economía lanzara una nueva versión del bono Bonar, a diez años de plazo, también con la intención de encontrar financiamiento para 2007.

El lanzamiento del Bono del Sur fue acordado entre Néstor Kirchner y Hugo Chávez, y fue presentado a principios del mes pasado en Caracas, en paralelo al anuncio del ingreso de Venezuela como socio pleno del Mercosur. Para la Argentina, la ventaja de sacar este título es que podría emitirlo a una tasa de interés inferior al que le costaría lanzar un bono en solitario, ya que el activo financiero contaría con el aval del petróleo venezolano.

Mientras tanto, el Gobierno completó ayer el pago de 2333 millones de dólares a los inversores que poseen Boden 2012, por el vencimiento de capital e intereses del título público. Esta tarde se terminarán de acreditar los fondos en las cuentas de la Caja de Valores.

A pesar de la voluminosa erogación, las reservas del Banco Central subieron en lugar de caer. Como publicó Página/12, el Gobierno montó una estrategia para evitar que el pago a los inversores se tradujera en una pérdida de reservas. Esa estrategia incluyó un préstamo, a tres meses, de 700 millones de dólares por parte del Banco de Basilea. Esos fondos ingresaron ayer al BC, por lo que las reservas saltaron en esa proporción, a 26.878 millones de dólares.

El mercado de bonos se mantuvo ajeno a la operación. Los financistas estuvieron más atentos a la evolución de Wall Street y al dato de inflación conocido ayer por la tarde. El hecho de que el IPC haya salido por debajo de las expectativas –los inversores apostaban a una inflación del 0,8 por ciento en julio– hizo que bajaran los papeles en pesos que ajustan con el CER. Esos bonos cayeron entre 0,5 y el 1 por ciento. Respecto del mercado estadounidense, la atención está puesta en los datos económicos que se conocerán esta mañana (desempleo y creación de puestos de trabajo), que seguramente influirán en la decisión de la Reserva Federal sobre la evolución de la tasa de interés.

Los Boden 2012 fueron recibidos por ahorristas que los aceptaron como salida al corralito en el año 2002, y por los bancos que los recibieron en compensación de la pesificación asimétrica. En la actualidad, la mayor parte se encuentra distribuida entre bancos y fondos de inversión internacionales. En la city creen que el dinero será reinvertido en activos financieros argentinos.

En las próximas semanas, el Gobierno tendrá que abonar otros 1155 millones. Unos 521 millones a inversores que poseen Boden 2007, Bogar, Bocones y Préstamos Garantizados y 634 millones al BID y al Banco Mundial.