La carta con el membrete del Ministerio de Economía llegó a los despachos de los banqueros en las últimas horas. La esquela contiene sólo dos puntos: en el primero se sugiere que los bancos saquen al mercado créditos hipotecarios cuyas cuotas sean equivalentes a un alquiler mensual. En el segundo, se impulsa la construcción de edificios exclusivos para ser rentados a través de desgravaciones impositivas. Los funcionarios y los financistas ya están negociando las características de las nuevas líneas crediticias. La intención oficial es hacer el anuncio el próximo miércoles a la tarde en la Casa Rosada.

El punto más importante de la negociación es la tasa de interés de los nuevos créditos. Guillermo Moreno les transmitió a los banqueros que tendrán que hacer un esfuerzo y bajar los costos. Y que, en una segunda etapa, el Estado podría contribuir subsidiando entre 3 y 4 puntos de las tasas. Desde los bancos privados aseguran que sin la intervención estatal será muy difícil cumplir con el objetivo de equiparar la cuota de un crédito a lo que actualmente abona mensualmente un inquilino. En este contexto, desde los despachos oficiales no descartaban que el lanzamiento del plan involucre, al menos en su comienzo, exclusivamente a los bancos públicos.

En la actualidad, los créditos para la vivienda tienen una tasa de entre 10 y 11 por ciento anual. La idea es bajarla lo más cerca posible del 6,5 por ciento, que equivale a la cuota mensual que abona el inquilino. En los primeros borradores que se armaron, en un crédito de 100.000 pesos a 20 años de plazo, habría que pagar una cuota de unos 700 pesos mensuales. Implica que el ingreso mínimo del grupo familiar debería ascender a 2100 pesos mensuales. Otro requisito será que la vivienda sea única y familiar.

Por su parte, Felisa Miceli y Martín Redrado se reunieron cerca del mediodía y analizaron cuáles normas de la autoridad monetaria podría flexibilizarse para mejorar la oferta crediticia. Toman como modelo la norma que sacó el Central la semana pasada, en la cual amplió del 70 al 90 por ciento la posibilidad de financiar el valor de una propiedad de hasta 100.000 pesos.

Otros puntos que se están analizando servirían para abaratar los costos que vienen atados a los créditos, y que conforman el denominado “costo financiero total”: los gastos de escribanía y los de los seguros. Mientras en algunos bancos están pensando en que el Estado se haga cargo de parte de esos costos, en el Gobierno evalúan la confección de un registro de escribanos para elegir los más económicos.

Adicionalmente, algunos mecanismos que se anunciarían la próxima semana son los siguientes:

- Scoring. El Banco Central ya tiene elaborada la resolución para que quienes demuestren ser buenos pagadores puedan acceder a la vivienda aunque no trabajen en el sector formal. “Hay que ampliar el universo de deudores”, aseguró una fuente del Banco Central a este diario. Es el mismo sistema que utilizan las compañías de seguro para premiar a los buenos conductores.

- Leasing. Es un alquiler con opción de compra. Después de determinados años, el inquilino puede aplicar el dinero abonado como parte de pago en la adquisición del inmueble.

El segundo capítulo del anuncio que se prepara está relacionado con la construcción de edificios exclusivos para alquiler. La idea es que los inversores de estos emprendimientos obtengan un reintegro de la mitad del IVA. Los funcionarios admiten que este proyecto puede aportar una solución al problema actual, pero recién dentro de tres años. La idea para el corto plazo pasa por concretar una ofensiva en la oferta de inmuebles con cuotas accesibles.