El grupo empresario de la construcción Sacyr Vallehermoso, que hace apenas diez días adquirió el 9,24 por ciento del capital de Repsol-YPF, anunció ayer mediante un comunicado a la Comisión Nacional de Valores de Madrid la intención de ampliar hasta el 20 por ciento su participación. La primera operación, concretada el 16 de octubre, fue interpretada como una acción coordinada con el accionista principal, el grupo financiero catalán La Caixa (12,5 por ciento del capital), para blindar al bloque de control frente a un eventual ataque hostil de alguna petrolera grande para apropiarse de la compañía. Ahora, de concretarse la intención revelada, Sacyr pasaría a ser el accionista principal.

La presunta alianza entre La Caixa y Sacyr habría nacido, según medios de prensa españoles, en un encuentro entre Antonio Brufau –presidente de Repsol-YPF en representación del grupo catalán– y Luis del Rivero –titular de Sacyr y propietario del 13,75 por ciento de sus acciones– a mediados de septiembre. Allí se habría acordado la intervención del segundo grupo constructor de España en el fortalecimiento del control de la petrolera insignia para el gobierno de Rodríguez Zapatero. Se sabe, desde al menos dos años, de la intención del núcleo de las cuatro o cinco petroleras principales del mundo de engullirse a Repsol, con la intención de ampliar sus activos en reservas. Constantemente se mencionan planes en tal sentido ya sea de British Petroleum o Texaco, en algún caso, y de Royal Dutch Shell o Exxon Mobil, en otro.

Lo concreto es que, tal como ocurrió con otras constructoras antes (Acciona y ACS), Sacyr Vallehermoso también decidió volcar sus excedentes financieros al sector energético, con el visto bueno del gobierno español. En aquella conversación de septiembre, Brufau y Del Rivero habrían pactado una participación equilibrada entre ambas compañías, en torno del 15 por ciento cada una. El titular de Sacyr le habría adelantado, en esa oportunidad, que pretendía llegar hasta un 20 por ciento de participación, aunque aclarando que no tenía intención de participar en la gestión de la petrolera. Le anticipó, en cambio, su deseo de participar en el futuro del Consejo de Administración. Ese deseo ya se cumplió en los papeles, ya que ayer mismo –horas antes de darse a conocer la nota de Sacyr a la CNMV de Madrid– Repsol-YPF informó sobre la incorporación a dicho consejo de Luis del Rivero y Juan Abelló, ambos de Sacyr Vallehermoso, para ocupar dos puestos vacantes en el cuerpo.

Tanto La Caixa como Sacyr Vallehermoso son considerados como grupos empresarios cercanos al gobierno socialista de Rodríguez Zapatero. De hecho, sus movidas accionarias para centralizar y blindar el poder en Repsol-YPF habrían sido conversadas, según fuentes españolas, antes con Miguel Sebastian, consejero económico del jefe de gobierno. Anteriormente, el propio Del Rivero había intentado ejercer una opción de oferta hostil sobre el capital del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA), pero el grupo de control de la entidad logró rechazarla. Este fracaso (el BBVA está computado como un grupo próximo al opositor Partido Popular) le pesaba en contra al titular de Sacyr al buscar una “entrada amistosa” a Repsol-YPF. Brufau fue el encargado de convencer a los dos hombres fuertes de La Caixa, Ricardo Fornesa e Isidre Fainé, de la conveniencia de incorporar al nuevo socio.

La inversión de Sacyr Vallehermoso para adquirir el 9,24 por ciento de Repsol-YPF ascendió a 2855 millones de euros. Se calcula que, a valores de mercado de ayer, elevar su participación al 20 por ciento le demandaría 3400 millones adicionales. Se estima que, tal como ocurrió con la parte ya obtenida, las participaciones de Sacyr se obtendrán a través de compras en la Bolsa, donde está colocado el 56,96 por ciento del capital de la petrolera. Los otros accionistas individualizados son Pemex (4,8 por ciento), Scotia Street Bank (6,5) y Chase Bank (10), aunque estos dos últimos en carácter de bancos custodios de acciones de terceros, sin control sobre la empresa. Sacyr Vallehermoso, a su vez, tiene su capital distribuido en un 27,26 por ciento en la Bolsa y el resto en manos de accionistas individuales. Los tres principales son Del Rivero y sus dos socios en la fundación de Sacyr (Juan M. Loureda y Juan Abelló). Entre los tres controlan el 37,19 por ciento del capital.