Con dos cartas para los presidentes, una dirigida a Néstor Kirchner y la otra a Tabaré Vázquez, los vecinos de Gualeguaychú trajeron nuevamente a Buenos Aires la protesta contra las papeleras. Las cartas solicitan que Argentina y Uruguay reanuden la negociación para relocalizar a Botnia, “dado que la ciudad de Gualeguaychú no acepta su instalación” –dice la carta para Tabaré– y que el conflicto “se va profundizando” con riesgo de un “estallido” social –dice la destinada a Kirchner–. Las dejaron en las mesas de entrada de la embajada uruguaya y de la Casa Rosada, aunque los asambleístas pedirán una audiencia con Kirchner para hablar del tema.

La delegación llegó a la Capital Federal al mediodía. Hicieron una primera parada frente a la sede diplomática de Uruguay, en Las Heras al 1900; allí los vecinos cortaron dos carriles de la avenida y repartieron volantes de la campaña “Veranee en Argentina”, mientras un grupo le dejaba la carta a un portero. El reclamo principal es que se respete el Tratado del Río Uruguay.

“Le pedimos a Vázquez que revea la instalación de la papelera y que trate de dialogar con el gobierno argentino para ver cuál es la manera de solucionar esto”, señaló Marta Gorosterrazú, secretaria de la asamblea. De ahí fueron a las oficinas de la Comunidad Económica Europea, donde tres integrantes de la delegación fueron recibidos por el embajador Manuel Prada. Pero salieron disconformes de la charla, donde se toparon, dijeron, con una mirada “mercantilista” del conflicto. Ocurrió que el embajador les dijo que “si las pasteras estaban cumpliendo con las leyes preestablecidas no podíamos nosotros impedir el progreso de Uruguay”.

Luego, a la embajada de Finlandia, donde hicieron un nuevo escrache. Mientras en la calle volvían a cortar el tránsito parcialmente, tres vecinos entraron a una reunión con la secretaria de la embajada. “Fue una reunión tirante, porque ellos nos plantearon que los estudios (de impacto ambiental) ya habían sido hechos y avalan la instalación de las papeleras, mientras que nosotros queríamos discutir el tema de la licencia social. Les hablamos por eso del conflicto social que esa planta está provocando en Gualeguaychú”, señaló José Gómez, uno de los vecinos que participaron de la reunión. “Y le pedimos a la gente de la embajada que le haga saber a la primera ministra de Finlandia del enorme conflicto que está causando, porque el día que Botnia empiece a funcionar puede pasar cualquier cosa.”

Esta vez quedó fuera de los escraches la embajada de España, ya que la empresa Ence abandonó el proyecto de la planta en Fray Bentos para relocalizarla. El último punto del recorrido estuvo frente a las oficinas del Banco Mundial, que tiene pendiente la decisión sobre si otorga créditos pendientes a Botnia por 470 millones de dólares. La protesta se realizó en un momento de decisión para la asamblea, que hace dos semanas retomó los cortes de ruta y el próximo domingo tiene previsto definir el rumbo que seguirá en el verano.