El 1º de marzo, cuando Néstor Kirchner se presente en el Congreso para inaugurar el período ordinario de sesiones, los legisladores del oficialismo podrán decir que hicieron los deberes. Dos días antes, los diputados convertirán en ley la reforma previsional que permite la libre opción entre la jubilación privada y la estatal. Un plenario de las comisiones de Presupuesto y la de Previsión debatieron ayer la iniciativa ya votada por el Senado. Mayoritariamente respaldaron la propuesta del Ejecutivo. Salvo la oposición de la bancada del PRO, de Recrear y los partidos provinciales, el proyecto tendrá voto favorable de la mayoría de los bloques. Aunque claro, también habrá disidencias parciales del ARI, del socialismo y del diputado de la CTA, Claudio Lozano.

Durante algo más de dos horas, con un importante número de diputados y presidida por Enrique Thomas, titular de la Comisión de Previsión, y de Carlos Snopek, de Presupuesto, el debate fue seguido personalmente por el secretario de Seguridad Social, Alfredo Conte Grand, el superintendente de las Administradoras de Jubilaciones y Pensiones, Juan González Gaviola, y el secretario general de Anses, Amado Boudou. El oficialismo no duda en presentar a la iniciativa como una ruptura con los ’90. A tal punto es así que el abogado laboralista Héctor Recalde destacó que con este proyecto “se rescata la alegría de legislar”. El radical jujeño Alejandro Nieva no pudo soportar ese trago y recordó que “la mayoría de los diputados de extracción sindical, con la excepción de Oraldo Britos, votaron en los ‘90 la reforma previsional impulsada por el gobierno de Carlos Menem”. De fluida relación con Hugo Moyano, el diputado Recalde respondió que “cada uno se haga cargo de la responsabilidad que le toca por las decisiones que tomó”.

Luego del cruce, en boca del diputado del Frente para la Victoria Juan Carlos Díaz Roig, el oficialismo calificó de “perverso” el sistema de jubilación privada. No dudó en decir que “es el único en el mundo en el que no se pone capital de riesgo ni se pierde aunque la rentabilidad sea negativa”.

Tanto los radicales Víctor Zimmerman y Miguel Angel Giubergia como la diputada del ARI María América González, la peronista duhaldista Marina Cassese y Lozano insistieron en la importancia de trabajar sobre un proyecto de fondo que además garantice “la movilidad de los haberes”, como la Corte Suprema de Justicia definió el año pasado.

En diálogo con este diario, la diputada del ARI María América González adelantó su voto favorable para la libre opción jubilatoria. Esto no es un obstáculo para que tenga sus disidencias parciales. “No estoy de acuerdo con que los trabajadores que ingresan al sistema tengan 90 días para decidirse por uno o por otro sistema.” Sostiene que no es necesario poner plazos y duda de ese artículo ya que, en ese período, las AFJP harán una campaña agresiva para captar al afiliado joven. “Las AFJP tendrán un 9 por ciento del aporte para gastos administrativos. Les queda en claro que con ese gasto van a pagar la campaña publicitaria”, dice la legisladora.

La diputada González también adelantó su oposición al artículo 17 del proyecto que le permite al Ejecutivo dictar normas interpretativas, ampliatorias y facultativas de la ley que votarán el próximo 27. La oposición interpreta que esas atribuciones, en los hechos, permiten redactar una nueva ley. Tanto González como Lozano y los diputados del socialismo trabajaban ayer sobre un dictamen propio en el que dejarán sus disidencias por escrito. El liberal Federico Pinedo adelantó su oposición al proyecto del oficialismo y sostuvo que su principal miedo “es que les roben la plata a los jubilados. Para evitar eso hay que fijar pautas de actualización de las jubilaciones iniciales y de movilidad salarial”. Para Pinedo, sin esos parámetros, el sistema jubilatorio es una ficción.