El costo de la canasta básica alimentaria para una familia tipo (matrimonio y dos hijos) alcanzó en abril 428,23 pesos, ingreso que debería reunir dicha familia para no caer en la indigencia. A su vez, el valor de la canasta básica total, que mide la línea de pobreza, fue de 916,40 pesos mensuales.

Esas cifras, difundidas ayer por el Indec, son cuestionadas por los técnicos del organismo, ya que ambas canastas se elaboran a partir del polémico índice de precios al consumidor oficial. En abril, la canasta de alimentos se encareció apenas 0,1 por ciento y presentó un valor similar al de febrero, después de registrar una leve baja en marzo. Dicho de otro modo, para el Indec, el costo de la canasta de alimentos que consumen los más pobres se mantuvo prácticamente congelado durante los últimos tres meses.

En tanto, la canasta de la pobreza, que además de alimentos contiene otros bienes como indumentaria y servicios como el transporte, casi no varió en abril respecto de marzo. Mientras que, en relación con febrero, es algo (-0,6 por ciento) más barata: entonces costaba 921,67 pesos.

Si como dicen los empleados del Indec enrolados en ATE, las canastas básicas calculadas desde enero no se corresponden como el método de cálculo anterior, entonces tampoco serían comparables los futuros datos de pobreza que difunda el organismo.

Durante el año pasado, el índice de pobreza bajó casi 7,0 puntos, al quedar en el 26,9 por ciento al término del segundo semestre, frente al 33,8 por ciento de igual período del 2005. Además, el índice de indigencia quedó en un dígito, en el 8,7 por ciento, al término del segundo semestre del 2006, frente al 12,2 por ciento de igual período del 2005.