La ministra de Economía, Felisa Miceli, recibió ayer a productores e industriales del sector lácteo para solicitarles que se garantice el abastecimiento en almacenes y supermercados. “No me preocupa si una vecina de Barrio Norte va a comprar queso azul y lo encuentra más caro, pero deben asegurar la provisión de leche a precios accesibles”, les dijo. El presidente del Centro de la Industria Lechera, Osvaldo Capellini, reconoció la existencia de “algunos faltantes puntuales” y se comprometió a trabajar para normalizar la situación. Sin embargo, al explicar los motivos que generan la escasez puso el acento en el crecimiento del consumo, eximiendo de responsabilidad a la industria.

Los empresarios aseguran estar privilegiando el mercado interno y para demostrar ese compromiso difundieron los datos de las exportaciones de leche en polvo de abril, período en que registró una caída de 49,3 por ciento respecto del mismo mes del año pasado (8043 vs. 15.856 toneladas). Esa disminución es producto del sistema de compensación creado en febrero por la Secretaría de Agricultura que establece un precio de corte de 1200 dólares por tonelada. A partir de esa cifra, todo el excedente pasa a formar parte de un fondo para los productores en forma proporcional a sus ventas de la materia prima. Por lo tanto, ya no es tan conveniente exportar.

Pese a ello, se siguen registrando faltantes de leche. Los industriales afirmaron en un primer momento que era una consecuencia de la inundación de las principales cuencas lecheras, pero como los problemas siguen, le asignaron la responsabilidad al crecimiento del consumo, que en los últimos dos años subió de 190 a 210 litros anuales per cápita. Fuentes consultadas por este diario destacaron que los faltantes también puede ser producto de un mayor esfuerzo puesto por la industria en la producción de bienes con mayor valor agregado que la leche. En Economía prefirieron no opinar sobre las causas. “Nosotros vamos a monitorear que cumplan con el compromiso de garantizar el abastecimiento a los precios acordados. Si no lo hacen, el Estado tiene las herramientas para lograr que se cumplan sus objetivos.”