Viernes, 25 de mayo de 2007 | Hoy
EL MUNDO › EL PRESIDENTE VENEZOLANO DENUNCIO PRESIONES DE “FASCISTAS”
El Senado de EE.UU. y parlamentarios europeos se quejaron por la decisión de no renovarle la licencia a un canal golpista.
Por Antonio Caño y Ricardo De Rituerto *
Desde Washington y Bruselas
El Senado de Estados Unidos estaba por aprobar anoche una resolución bipartidista, promovida por dos veteranos senadores republicano y demócrata y apoyada por las principales figuras de la Cámara, en la que se condena la no renovación de la concesión de la emisora de televisión Radio Caracas TV (RCTV). El texto insta a la Organización de Estados Americanos (OEA) a dar una respuesta apropiada a esa medida. Horas antes, un Parlamento Europeo casi vacío había aprobado una resolución similar condenando la decisión del mandatario venezolano, quien no dudó en contestar. “Es tragicómico. Si lo de los gringos es cómico, esto es tragicómico. La resolución fue propuesta por el grupo del Partido Popular, eso nos honra, porque son los fascistas, los franquistas, los hitlerianos, la extrema derecha”, aseguró Chávez.
Antes de que empezara la discusión en el Capitolio, en Bruselas apenas un puñado de eurolegisladores calificaban de “precedente alarmante” la no renovación de la concesión de RCTV. Le pidieron al gobierno de Hugo Chávez que respete y haga respetar las libertades de expresión, opinión y prensa en el país, y que aplique el principio de igualdad jurídica a todos los medios, independientemente de consideraciones políticas o ideológicas. La resolución, propuesta por las bancadas de los populares, liberales y nacionalistas, fue aprobada por 43 votos a 22 en una Cámara de 784 diputados. “La oligarquía venezolana ha perdido su tiempo”, sentenció anoche Chávez, en referencia al viaje que realizó el presidente de RCTV, Marcel Granier, a Europa semanas atrás.
En Washington, en tanto, la resolución representaba la más dura condena recibida hasta la fecha en Estados Unidos por el gobierno de Hugo Chávez, cuyo embajador en Washington, Bernardo Alvarez, presentó ayer una protesta oficial ante el Congreso. Con este paso, Chávez, que hasta ahora había dirigido su agresiva oratoria principalmente contra el presidente George Bush y los miembros de su administración, amplía el campo de sus enemigos en Estados Unidos y ve difícil una reconciliación futura.
Entre los que condenan la actuación del gobierno venezolano contra RCTV están muchos de los que aspiran a ser el próximo presidente de Estados Unidos, entre ellos uno de los promotores de la resolución, el senador Christopher Dodd, del ala izquierda del Partido Demócrata. Y su iniciativa cuenta con el apoyo de los dos principales candidatos de su partido, Hillary Clinton y Barack Obama, y de figuras de tan larga trayectoria liberal como el senador Edward Kennedy. Entre los republicanos, el otro promotor de la resolución, el senador Richard Lugar, es probablemente la figura de mayor reconocimiento dentro del Senado en los asuntos de política exterior. Su intervención en el caso garantizó el respaldo de los pesos pesado del Partido Republicano.
La resolución toma nota de la posición editorial de RCTV, contraria a la política de Chávez, y analiza la decisión del gobierno venezolano de suspender su licencia cuando ésta expire, el próximo 27 de mayo, a la luz de la Convención Americana de Derechos Humanos, firmada en Costa Rica en 1978, y de la Declaración de Principios de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Aunque el gobierno de Caracas, que acusa a RCTV de haber respaldado el intento de golpe de Estado de 2002, sostiene que les corresponde a las autoridades decidir sobre la renovación de la licencia de ese canal, el Senado estadounidense cree que el cierre en esas condiciones, sin que exista sentencia judicial alguna que pruebe la actividad delictiva de RCTV, supone una violación del texto y el espíritu de esos compromisos sobre derechos humanos firmados por el propio gobierno venezolano. Por esa razón, los senadores resuelven que “la negativa a renovar la licencia de Radio Caracas Televisión tiene que ver con su línea editorial distinta del pensamiento del gobierno” y expresan su “más profunda preocupación por la transgresión a la libertad de pensamiento y expresión que se intenta cometer en Venezuela”.
Se trata de una resolución muy dura, relativamente infrecuente en una Cámara que no se prodiga en pronunciamientos sobre asuntos alejados de los estrictos intereses norteamericanos, y todavía más sorprendente por haberse producido en medio de una agenda legislativa cargada con asuntos de tanta trascendencia como la ley de inmigración o la financiación de la guerra de Irak. En una carta al Senado, el embajador venezolano en Washington negó que la decisión de no renovar la licencia de RCTV se deba a su línea editorial, sino “al deseo del Ejecutivo de cumplir con la Constitución y con la voluntad de democratizar el espacio radioeléctrico en Venezuela”.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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