El senador Sergio Zambiasi, jefe de la Comisión Mercosur del Congreso brasileño, negó ayer que la controversia que amenaza con dejar a Venezuela fuera del bloque regional fuera obra de la “derecha brasileña”, como lo afirmó el presidente Hugo Chávez. “¿Quién es la derecha en Brasil? El que conduce el país es el presidente Lula y su historia es de izquierda. Y el gobierno tiene en el Congreso una fuerza de articulación suficiente para que la entrada de Venezuela no sea tan compleja”, sostuvo Zambiasi, quien agregó que lo que demora el ingreso es el “desinterés” del país caribeño.

Desde Venezuela, el diputado chavista Saúl Ortega respondió que un grupo de legisladores viajará a Brasil próximamente. “Queremos que no les queden dudas sobre nuestro interés y que tomen las decisiones con pleno conocimiento de causa”, aseguró en lo que pareciera ser el primer gesto de distensión luego de varias semanas de conflicto. El canciller brasileño, Celso Amorim, afirmó, por su parte, que espera “que se cumplan las condiciones para que rápidamente pueda concluirse ese proceso”.

La polémica se desató a fines de mayo, cuando Chávez trató a los senadores brasileños de “loros que repiten lo que dicen en Washington”, por haberle pedido que renovara la concesión de la televisión opositora RCTV. Los senadores supeditaron entonces la aprobación del Protocolo de Adhesión de Venezuela al Mercosur a un pedido de disculpas de Chávez. El presidente Lula da Silva también expresó su rechazo por esas críticas y su canciller, Celso Amorim, afirmó en la Cumbre del Mercosur que vería con buenos ojos un “gesto positivo” de Chávez para desactivar la crisis. Ayer volvió a reiterar el pedido.

“Ustedes quieren una muestra de amor, como si fuéramos una novia adolescente a la que se le pide un besito, pero nosotros ya hemos dado muestras suficientes de amor”, le respondió entonces el vicecanciller venezolano, Rodolfo Sanz. Luego llegó el turno del propio Chávez, quien el sábado amenazó con abandonar las negociaciones para ingresar al bloque. Zambiasi, que pertenece a un partido de la coalición del presidente Lula, mantiene su esperanza de que la polémica se calme. “Claro que ahora el Mercosur está un poco fragilizado por las últimas declaraciones de Chávez, pero creo que nuestros diplomáticos y líderes tienen la capacidad suficiente para superar las crisis que puedan surgir en el camino de la consolidación del bloque.”