Los diputados Rafael Bielsa y Agustín Rossi se estrecharon ayer en un fuerte abrazo en plano centro rosarino, en el bar El Cairo, para decir y mostrar que no sólo pertenecen al mismo espacio sino que, como dijo el primero, “no había derrotados” luego de la interna del domingo en las que el ex canciller quedó consagrado como el candidato a gobernador del Frente para la Victoria en Santa Fe. Rossi comprometió su esfuerzo para trabajar en la campaña que conducirá Bielsa y éste se mostró convencido de que los votos logrados por el jefe del bloque de Diputados del oficialismo “no se fugarán porque pertenecen al mismo proyecto” que el suyo, mientras piensa en replantearse la estrategia en relación con el porcentaje de sufragios en blanco. Criticaron al socialismo porque consideraron que había incurrido en “una campaña agresiva”, por haberse metido en su interna y porque Hermes Binner es un “ateo productivo” –Bielsa dixit– o bien alguien que no tiene “idea de cómo se produce, cómo se agregan bienes o que Rosario necesita de áreas o parques industriales”. Para Bielsa, tanto el presidente Néstor Kirchner, como el senador Carlos Reutemann y el gobernador Jorge Obeid harán campaña por él.

Rossi llegó antes a El Cairo, que ya se había transformado en lugar de encuentro de candidatos y simpatizantes de ambas listas. Sobre las 10.20 llegó Héctor Cavallero y unos minutos después el ex canciller. Después de responder algunos saludos se dirigió a la mesa que el titular de la bancada del Frente para la Victoria compartía con el subsecretario de Derechos Humanos, Alfredo Vivono, y con el concejal Arturo Gandolla. Allí, hacia el final del local, se fundieron en un gran abrazo. Bielsa palmeó a Rossi y lo besó. La marcha peronista fue coreada con fuerza y los brazos en alto con dedos en “v” se multiplicaron entre flashes y declaraciones al voleo. Desde el primer momento Bielsa dijo que allí no había derrotados y Rossi señaló que estaba conforme con lo hecho. Por supuesto, no estaba exultante y el ex canciller mantuvo un perfil medido.

Fue Bielsa el que arrancó para señalar la “excelente” elección del Frente para la Victoria, del trabajo “serio y honesto” y de un “futuro muy promisorio”. Allí señaló que se había superado a la “alianza en cuyo vértice está Binner” y habló sobre los pasos futuros basados en la organización, en el reacomodamiento de la lista definitiva para el 2 de septiembre y el 15 por ciento de los votos en blanco “que están diciendo que algo hicimos mal”.

Después de señalar que Agustín Rossi es una “figura nacional” en respuesta a si iba a integrar su gabinete, Bielsa insistió con que fueron muy castigados por el socialismo cuando “nos dijeron que ellos eran la poesía y nosotros las armas, que íbamos a realizar fraude, que gobernábamos con la billetera, que sobraba el dinero y faltaban las ideas y eso a la gente no le gusta”. Se consideró tan rosarino como Fito Páez, la gobernadora electa en Tierra del Fuego Fabiana Ríos y Alberto Olmedo.

Rossi reivindicó el proceso de elección interna que impulsó: “La movilización de toda la estructura del justicialismo y del frente, que generó mayor legitimidad del candidato que surgió. Ante una elección que la mayoría daba como terminada para el 2 de septiembre, podemos decir que en el primer testeo el FV sacó dos puntos más que el Frente Progresista”.

Luego del encuentro con Rossi, Bielsa fue al despacho del gobernador Obeid en la Casa Gris. “Un candidato de lujo”, lo halagó Obeid. “Todos los hombres y mujeres del PJ nos vamos a encolumnar detrás de el”, dijo el gobernador, que se ubicó en la primera línea de apoyos al presidente Kirchner, a la senadora Cristina Fernández y a Carlos Reutemann.

También el socialista Hermes Binner hizo una conferencia de prensa postinterna, más que nada para advertir que él también irá a la búsqueda de quienes votaron en blanco. “Estará en nosotros llegar a los santafesinos que votaron en blanco y decirles que hay una propuesta positiva en la que pueden confiar”, dijo el candidato a gobernador del Frente Progresista.