Sábado, 1 de septiembre de 2007 | Hoy
El presidente de Estados Unidos dijo que saldrá en auxilio de las familias afectadas por la crisis financiera y calmó a los mercados. La Reserva Federal jugó igual. Los cierres, en alza.
Esta vez no fueron miles de millones de dólares volcados en una sola jornada en asistencia a los bancos ni una rebaja de las tasas de interés. En esta oportunidad fueron las promesas de George Bush y de Ben Bernanke, titular de la Reserva Federal (banca central estadounidense), las que rescataron a los inversores internacionales. Bush se comprometió a ayudar a las familias que corren riesgo de que les rematen las viviendas por culpa de la abrupta suba de las tasas. Bernanke, por su parte, aseguró que la FED “está lista para tomar medidas adicionales”, si fuera necesario. Sus dichos tranquilizaron a los operadores. En Wall Street, el índice Dow Jones subió 0,9 por ciento, y el Nasdaq, el 1,2. En tanto, el MerVal terminó con una mejora del 1,05 por ciento, mientras que los bonos argentinos subieron hasta 4,6 por ciento. San Pablo avanzó el 3,4. Las bolsas europeas mejoraron entre 1,3 y 1,6 por ciento. En Buenos Aires, el Banco Central siguió inyectando liquidez a algunos bancos.
La fuerte señal que volvió a dar la Reserva Federal de que seguirá interviniendo en los mercados ayudaron a que agosto tuviera un final decoroso. Lo cierto es que el mes pasado registró importantes quebrantos tanto en los bonos como en las acciones. Los títulos públicos noninados en pesos fueron los que más bajaron: el Discount cayó 10,7 por ciento; el Bogar, 10,5, mientras que el cupón atado al Producto perdió el 15 por ciento. El MerVal se anotó una baja del 5,4 por ciento. La cotización del dólar se elevó tres centavos, y ayer cerró en 3,19 pesos para la venta.
Semejante retroceso bursátil fue un reflejo de lo ocurrido en los principales centros financieros del mundo. Una crisis con epicentro en los Estados Unidos y que tuvo su origen en el estallido de la burbuja inmobiliaria. Alrededor de un millón y medio de estadounidenses que se habían endeudado para comprarse una propiedad ahora no pueden abonar las cuotas por la súbita alza de las tasas mientras que, en un movimiento simultáneo, las viviendas bajan de precio. El repentino aumento de la morosidad está golpeando a las entidades que dieron esos préstamos, pero también a aquellas que se valieron de las hipotecas para inventar complejos instrumentos financieros que colocaron entre inversores ávidos de rentas altas.
En una misma jornada, Bush y Bernanke intentaron llevar tranquilidad teniendo en cuenta el potencial impacto de esta crisis en la economía real. Lograron parar la corrida, que ya se venía frenando gracias a los 150 mil millones de dólares que lleva inyectados la Reserva Federal entre bancos en problemas. Monto al que hay que añadirle otros 450 mil millones insertados por los bancos centrales de Europa, Canadá, Japón y Australia.
Los financistas ya descontaron que la FED disminuirá la tasa de corto plazo, que sirve de referencia para el resto del mercado, en un cuarto de punto en la reunión de directorio del próximo martes 18. Ahora se encuentra en el 5,25 por ciento anual.
A los deudores hipotecarios, Bush les prometió que habrá una ley que flexibilizará las normas sobre embargos y remates de inmuebles. Sobre las turbulencias financieras, no descartó que continúen algún tiempo, aunque destacó la solidez de la economía estadounidense para hacer frente a la agitación.
En un contexto de mayor calma financiera global, el Banco Central argentino ni siquiera tuvo que intervenir para lograr una baja del tipo de cambio a nivel mayorista. Y hubo una fuerte alza de los bonos. El cupón atado al crecimiento fue lo que más subió, el 5,7 por ciento en su versión dolarizada.
Esta tranquilidad no evitó que el BC volviera a inyectar en el sistema financiero 183,2 millones de pesos a través de pases activos. En la semana se otorgaron 377 millones. La mayor parte del dinero es a tres meses de plazo a una tasa del 12 por ciento anual. Es un costo inferior al “call”, que cerró en el 10,8 por ciento a un día. A algunos bancos les sirve esta movida del Central para adquirir dinero barato y prestárselo a las empresas entre tres y cuatro puntos más caro. A su vez, el BC se beneficia porque logra fijar una cierta tasa de interés evitando una disparada. Su percepción es que si el costo del dinero se mantiene en los niveles actuales el otorgamiento de créditos no se resentirá. De todas maneras, en Reconquista 266 saben que el verdadero partido financiero se está jugando en Estados Unidos. Argentina, a lo sumo, puede tomar medidas para preservarse lo máximo posible en caso de que se vuelva a desatar el temporal.
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