Acostumbrados a mirar hacia el pasado con una perspectiva a veces idealizadora, los peronistas tienen un modelo para organizar las listas de diputados. Como decía el propio Perón, los cargos deben distribuirse entre las distintas ramas del movimiento: la femenina, la política, el sindicalismo, los jóvenes. Algo de eso está pasando hoy con las listas de legisladores del Frente para la Victoria: los intendentes quieren su espacio, la CGT igual, los radicales K lo mismo. Y también están los movimientos sociales. La demanda de las organizaciones kirchneristas tiene dos patas: lograr candidaturas a diputados nacionales, legisladores provinciales y concejales, y disponer de listas colectoras para competir por determinadas intendencias. Del otro lado tienen como interlocutor al jefe de Gabinete, Alberto Fernández.

La primera ronda de la negociación se produjo el 23 de agosto en el Club Español. De la cena que compartió en el restaurante, el jefe de Gabinete se llevó una carpeta con muchos nombres. No prometió nada: la respuesta saldrá de lo que decidan Néstor Kirchner y su esposa este fin de semana en El Calafate.

La reunión del jueves 23 a la noche no trascendió a los medios hasta estos últimos días. Allí estuvieron los dirigentes de los cuatro movimientos kirchneristas más conocidos: el diputado Edgardo Depetri (Frente Transversal), el vicejefe de Gabinete bonaerense Emilio Pérsico (Movimiento Evita), Luis D’Elía (Federación de Tierra y Vivienda) y Humberto Tumini (Libres del Sur). Los cuatro dirigentes habían acordado hacer una presentación conjunta para detallar los nombres y las candidaturas que pretenden para el espacio común. En resumen, el pedido consistió en cinco candidaturas a diputado nacional, ocho para legisladores provinciales y sesenta concejales.

Como candidatos a diputados nacionales, las organizaciones propusieron al titular de la JP Evita Gildo Onorato, al ex intendente de Avellaneda Oscar Laborde (Frente Transversal), Alicia Sánchez (responsable de la mujer de la Federación de Tierra y Vivienda), al asesor de Cancillería Isaac “Yuyo” Rudnik y al propio Tumini (ambos de Libres del Sur). También se pidió una lista alternativa para que el subsecretario de Capacitación Popular Jorge Ceballos pueda presentarse como candidato a intendente en La Matanza. Funcionario de Alicia Kirchner, Ceballos no es el único dirigente social que pelea una intendencia. El otro caso se da en Marcos Paz, donde el candidato de los movimientos K es Ignacio Medina, un psicólogo de treinta años que comenzó con tareas sociales y terminó fundando un partido en plena crisis de 2001. Medina se postula por el Movimiento PlataNO (el plátano es el árbol típico de esa localidad del oeste del conurbano).