La ligera desaceleración de la producción automotriz en julio por los problemas de abastecimiento energético quedó rápidamente superada. El mes pasado el sector retomó el ritmo vertiginoso de actividad que mostró a lo largo del año y anotó un nuevo record. La industria tuvo su mejor agosto de la historia, con la fabricación de 53.529 unidades, 21,8 por ciento más que el mes anterior y 29,1 puntos de suba interanual. Fue también el mes con mayor producción en el año. El sostenido avance se explica por el crecimiento tanto de la demanda interna como de las exportaciones. Las terminales automotrices consideran que las condiciones estructurales de su mercado y las perspectivas económicas del país les permitirán seguir creciendo a altas tasas los próximos tres años.

Las diez terminales anunciaron inversiones por 3500 millones de dólares de acá a 2010, a lo que se suman 100 millones que desembolsará la japonesa Honda para instalar una planta en el país, en la localidad de Campana, que empezará a producir en 2009. La industria ocupa el puesto 25 dentro de 37 naciones con fábricas automotrices. Emplea a 115.000 personas y proyecta estirar esa cifra a 170.000 en tres años, mientras que la producción que este año rondará las 540.000 unidades pasaría a 750.000 en 2010.

El auge empezó a tomar cuerpo a partir de la decisión del Gobierno de no abrir totalmente el mercado interno a las exportaciones brasileñas, tal como estaba pactado desde principios de la década. Esa señal, junto con la continuidad de una política de dólar alto que abarata los costos de producción en esa moneda, llevaron a las casas matrices de las empresas a aumentar sus inversiones en el país. Argentina se convirtió en una plataforma importante para el Mercosur y para América latina –en este caso, gracias a los acuerdos de intercambio con aranceles preferenciales con México y Chile– y paulatinamente fue ganando otros mercados, al punto de que en la actualidad exporta vehículos a 83 países.

Las ventas al exterior son fundamentales para el sector. En agosto, alcanzaron su nivel más alto de la historia. Se exportaron 35.145 unidades, 33,5 por ciento más que en julio y 56,2 por ciento por arriba de agosto de 2006. Más de seis autos de cada diez que salieron de las plantas argentinas fueron destinados a otros mercados. Exactamente, el 65,7 por ciento, mientras que el acumulado de los envíos al exterior en ocho meses representó el 56,7 por ciento de la producción local. En este caso, se exportaron 184.530 vehículos, 35,0 por ciento más que en el período enero-agosto de 2006. Brasil sigue siendo el principal mercado, con una participación del 56,6 por ciento (104.469 unidades), seguido por México con 15,4 por ciento de participación, el resto de América (7,5 por ciento), Centroamérica (5,5) y Chile (5,3).

En materia de ventas a concesionarias, si bien se registró una baja de 3,8 por ciento respecto de julio, contra el mismo mes del año pasado se logró una mejora de 21,9 por ciento, mientras que el acumulado del año arrojó un incremento de 22,6 por ciento. El mes pasado se vendieron 48.648 unidades a concesionarios, de las cuales 20.242 correspondieron a vehículos nacionales, mientras que el acumulado de este año ascendió a 368.859 y 148.976 respectivamente. A fin de año, las ventas superarían las 550.000 unidades.

Los números del sector automotor habían sido adelantados anteayer por Néstor Kirchner, pero los números finales brindados ayer por Adefa –cámara que agrupa a la industria– resultaron superiores a los anunciados.

“El mes pasado fue el mejor agosto en materia de producción de la historia de la industria automotriz. Superó en 4469 unidades la marca anterior, del mismo mes de 1998”, destacó Fernando Rodríguez Canedo, director ejecutivo de Adefa. El acumulado de 2007 –con 329.380 vehículos fabricados– refleja un aumento del 28,0 por ciento respecto de igual período de 2006.