Jueves, 6 de septiembre de 2007 | Hoy
La rama magrebí de la red terrorista anunció que atacará los pozos de Argelia, país que vive de las exportaciones de petróleo.
Por I. Cembrero *
La rama magrebí de Al Qaida se ha fijado un nuevo objetivo: golpear al sector energético en Argelia. Con tal propósito ha anunciado la creación de una brigada “encargada de destruir los oleoductos y gasoductos” de un país que vive de sus exportaciones de hidrocarburos y que es además el primer proveedor energético de España e Italia.
Cuando todavía se llamaban Grupo Salafista de Predicación y Combate (GSPC), los terroristas argelinos eran poco comunicativos. Desde que en enero adquirieron, con la “bendición” de Osama bin Laden, el nombre de Al Qaida en el Magreb Islámico no paran de publicar comunicados y colocar videos en Internet. La semana pasada anunciaron en una de sus páginas web una reestructuración para superar las “dificultades estructurales” que lastran su “lucha contra el régimen argelino y su ejército asesino”. Consta de cinco medidas, entre las que se destaca su anuncio de poner en pie un grupo que ataque las instalaciones energéticas.
Las demás consisten, básicamente, en repartir a sus fuerzas en nueve zonas geográficas correspondientes a las demarcaciones militares de Argelia, en crear una unidad de inteligencia encargada de reclutar a combatientes y desenmascarar a los espías infiltrados en sus filas y, por último, en reforzar el aparato propagandístico.
Desde que hace ocho meses el GSPC se convirtió en Al Qaida se han producido en Argelia cuatro atentados contra instalaciones energéticas o los que las construyen. El 3 de marzo un artefacto explosivo estalló en Ain Defla, junto a un autobús que transportaba a trabajadores de la empresa rusa Stroy Trans Gaz. Un técnico ruso resultó muerto.
A mediados de abril fue atacado en la provincia de Jijel un gasoducto regional. Dos meses después le tocó el turno al gasoducto que alimenta las ciudades de Tizi Ouzou y Bouira. Dos guardias de seguridad que lo custodiaban murieron en la refriega. A finales de junio varias bombas colocadas en la vía férrea estallaron incendiando los vagones de un tren que transportaba gasolina.
En los ocho primeros meses de este año han muerto 297 personas en Argelia a causa de la violencia terrorista, según un balance elaborado por la prensa argelina. Esta recoge con precisión las bajas en las filas islamistas, pero los ministerios de Interior y Defensa apenas proporcionan datos sobre sus caídos, por lo que el balance puede quedarse corto.
“El sector de la energía en Argelia goza de seguridad”, sostiene no obstante Geoff D. Porter, consultor que analiza los riesgos en países emergentes, en un artículo publicado a finales de junio en Terrorism Monitor. “El Estado es consciente desde hace tiempo de que el sector energético es vital para la economía del país y ha tomado medidas para protegerlo”, añade. Chakib Khelil, el ministro de Energía, aseguró en junio en Londres que el terrorismo no perturbará el desarrollo de su sector. A diferencia de Irak, donde los pozos petroleros están en zonas densamente pobladas, en Argelia se concentran en el sur semidesértico y son más fáciles de defender.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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