“Más que una grave crisis económica estamos ante una crisis de civilización”, sentenció el presidente de Brasil Luiz Iná-cio Lula da Silva. El mandatario del país vecino intensificó su discurso contra el neoliberalismo, sus políticas e instituciones en las últimas semanas. “Precisamos una sociedad en que los hombres y las mujeres sean actores de su historia y no víctimas de la irracionalidad que reinó en estos últimos años”, escribió Lula en Le Monde. El gobierno brasileño busca volver de la cumbre del G-20 con algunos logros en materia de financiamiento y democratización en los organismos internacionales de crédito. Lula recordó que las instituciones como el FMI y el BM fueron “incapaces de prever y controlar el desorden financiero que se anunciaba”. El gobierno brasileño espera tener alguna señal en favor de una mayor cesión de poder a los países emergentes y convertir al Fondo en la entidad que “irrigue la economía internacional, principalmente la de los emergentes, para revertir la tendencia recesiva”.