Martes, 31 de marzo de 2009 | Hoy
EL MUNDO › LA FISCALíA MILITAR ISRAELí DESESTIMó LOS TESTIMONIOS DE LOS SOLDADOS “POR NO SER TESTIGOS DIRECTOS”
El argumento es que no hay pruebas de delitos en los relatos. El ejército israelí todavía tiene que dar explicaciones, por ejemplo, de seis casos descriptos en detalle por Human Rights Watch del supuesto uso de fósforo blanco en áreas civiles.
Por Donald Macintyre *
Desde Jerusalén
El ejército israelí empezó a moverse para disipar el creciente aluvión de críticas por las muertes de cientos de civiles durante su ofensiva de 22 días en Gaza. La avanzada de las relaciones públicas por parte de la fuerza de defensa israelí tomó impulso tras las acusaciones hechas por algunos soldados de que las permisivas reglas de combate no protegían a los civiles. Para peor, ayer la fiscalía militar cerró la investigación de una serie de casos de asesinatos de civiles palestinos por parte de soldados israelíes. El fiscal militar, Avi Mendelblit, dio carpetazo al asunto al considerar que no hay pruebas de delitos en los relatos que fueron denunciados y que los soldados que prestaron testimonios no eran testigos directos.
En Israel, el escándalo estalló hace dos semanas, cuando la prensa local expuso los testimonios de varios soldados y oficiales durante una conferencia ante cadetes de una academia de preparación militar. Un soldado aseguró que, después de que un jefe de unidad discutiera con su comandante sobre la permisividad del código de actuación y éste fuera cambiado, otros militares del mismo rango se quejaron y dijeron: “Deberíamos matar a todos aquí (en Gaza). Todos son terroristas”.
Las acusaciones como ésta generaron una difundida publicidad y llevaron a los funcionarios más altos a reunirse con periodistas. En estas reuniones buscaron reforzar la afirmación de que, en palabras del jefe de Estado Mayor, Gabi Ashkenazy, “la fuerza israelí actuó moral y éticamente. Si hubo incidentes como éste, fueron aislados”.
La movida ocurre después de la publicación de una serie de informes de Amnesty International y Human Rights Watch, en los que documentaron que en las muertes de los civiles se violó la ley internacional. El último fue un informe de la semana pasada de Human Rights Watch que decía que el “deliberado” e “imprudente” uso de fósforo blanco era una “evidencia de crímenes de guerra”.
La inteligencia militar israelí dio a conocer la semana pasada nuevas cifras, indicando que 1166 palestinos habían muerto en el conflicto. De éstos, decía que 295 eran “ciudadanos no involucrados”, mientras que 162 no tenían una afiliación identificada. El Centro Palestino de Derechos Humanos (CPDH) dice que 1417 palestinos murieron y, de ésos, 926 eran civiles y 236 combatientes. Parte de la discrepancia –aunque sólo una parte– es una cuestión de definición. El CPDH incluye como civiles a policías civiles –muchos de los cuales eran nuevos graduados, muertos en el bombardeo de un desfile el primer día de la ofensiva, el 27 de diciembre– y activistas políticos desarmados. Sostiene, igual que Human Rights Watch, que esto es apoyado por la ley internacional. La fuerza israelí, sin embargo, los ubica a todos como entre los 709 “operativos terroristas” de Hamas.
La semana pasada, el coronel Roi Elkabets, que comandó a cientos de soldados blindados en la Operación Plomo Fundido, citó a algunos periodistas extranjeros para dar ejemplos de lo que él decía eran los dilemas que enfrentaban. En un caso dijo que identificaron a un miembro de Hamas con un AK-47 parado detrás de una mujer mayor que llevaba una bandera blanca y un grupo de hasta ocho niños. No le dispararon al hombre de Hamas, quien tampoco abrió fuego, hasta que reapareció cuando la mujer y los niños se habían ido.
Pero el ejército tiene todavía que refutar en detalle muchos casos específicos citados por las agencias de derechos humanos y periodistas que visitaron Gaza después de la ofensiva, y los testigos que describen las muertes de los civiles.
Todavía tiene que dar explicaciones específicas, por ejemplo, de seis casos descriptos en detalle por Human Rights Watch del supuesto uso de fósforo blanco en áreas civiles, otros seis en los que se mató a civiles aunque estaban en grupos llevando banderas blancas, o el uso repetido de artillería en áreas construidas.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.
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