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Por R. N.

–Si Repsol le ofreciera al Estado argentino la compra de una parte de YPF, ¿el Gobierno estaría interesado?

–No es una hipótesis que estemos analizando actualmente. En todo caso habría que esperar la oferta. Lo que nosotros queremos es más inversión en exploración y más incorporación de desarrollo tecnológico en la exploración. Hay casos, el de Cerro Dragón en Chubut es un ejemplo palmario de incorporación de tecnología e inversiones, que han hecho crecer en forma geométrica las reservas y la producción.

–Dentro de estas inversiones que se están manejando podrían entrar los chinos. ¿Qué opina al respecto?

–Nosotros vamos a observar cualquier movimiento que hubiera en cuanto a la titularidad de las posesiones, como lo hemos hecho en otras oportunidades. YPF en 2006 y 2007 intentó vender algunas áreas y nosotros no estuvimos de acuerdo en desarmar la compañía. No nos parece mal que tengan algún socio estratégico en el sector, pero sin desarmar la empresa, porque es la compañía de bandera. No vamos a permitir el desguace.

–¿Es cierto que se va a importar gas de Chile?

–No, no hay ninguna necesidad ni posibilidad. Chile importa, no exporta.

–¿La dependencia de la importación de gas de Bolivia es permanente?

–Yo creo que no habría problema si fuera para siempre. Es bueno que sea para siempre, porque quiere decir que la Argentina va a seguir creciendo.

–¿No hay más gas en Argentina?

–Tal vez; lo estamos explorando, pero en áreas confinadas. De todas las grandes potencias mundiales, casi ninguna es productora de gas ni de petróleo: Japón no tiene petróleo, en China es insuficiente, igual que en Estados Unidos. Yo no creo que sea una tragedia que Argentina importe combustible; la tragedia, en todo caso, sería no tener energía suficiente para el desarrollo y crecimiento industrial.

–Las naciones desarrolladas que usted menciona como importadores de hidrocarburos cuentan con las divisas de sus exportaciones industriales para pagarlos.

–Nosotros también generamos divisas con industrias muy importantes: exportamos centrales nucleares de experimentación, tenemos una industria automotriz muy fuerte. La Argentina es un país industrial muy importante con gran desarrollo de tecnología, que gobiernos con políticas equivocadas han intentado desindustrializar.

–¿Es cierto que quedan reservas de petróleo para poco más de cinco años?

–No exactamente. Pero a mí no me preocuparía si tenemos un nivel de excelencia en la exploración. Si no lo hay, habrá que exigirles a las empresas que hagan las exploraciones necesarias para recuperar reservas, si es que existen.

–¿Y hay un nivel de excelencia en la exploración?

–Yo creo que nunca es suficiente, que siempre hay que buscar y profundizar e incorporar mejoras tecnológicas. YPF está anunciando un plan de incorporación de nuevas tecnologías y equipos. Creo que la nueva gestión ha hecho cosas importantes en la incorporación de nuevas tecnologías para el descubrimiento, que había estado algo detenido en los últimos años.

–En Repsol dicen que el nivel de retenciones de Argentina desincentiva la inversión.

–Esas son las reglas del juego. La Argentina es soberana de su propia política impositiva y de su propia política de derechos de exportación, y tiene también sus intereses en materia energética, que los va controlar y a hacer respetar, pero no desde un sentido trágico de las cosas.