“En 2020 vamos a estar en un país sin antinomias. Nos va a gobernar una generación que no peleó entre dictadura y montoneros sino que serán hijos de la democracia, que a la hora de tomar decisiones van a mirar a la gente”, señaló Sergio Massa, diputado electo por el Frente Renovador, en una suerte de reedición de la teoría de los dos demonios. Massa aclaró que la historia es importante para tenerla en cuenta, pero no es útil para tomar decisiones políticas. La frase de Massa fue en respuesta a una consigna que implicaba imaginar el país dentro de siete años. Ernesto Sanz, senador radical, dijo que le gustaría una Argentina con un “sustento político equilibrado, con alternancia en la elección de los gobernantes”. “El desequilibrio de la política hoy influye negativamente en la economía”, afirmó. El senador llamó a no hablar de diferencias entre generación y distribución de la riqueza, la que endilgó al ministro de Economía, Axel Kicillof. El socialista Hermes Binner sostuvo que el proceso de sustitución de importaciones está agotado, y que es necesario “fomentar la unidad entre el campo y la industria”. Insistió en que “una forma inteligente de sustitución de importaciones es agregando valor”, y destacó la necesidad de que la gente pueda trabajar en blanco. Por su parte, Gabriela Michetti, senadora por el PRO, quien asistió en reemplazo del jefe de Gobierno, Mauricio Macri, sostuvo que el rol del Estado es “equiparar oportunidades brindando salud, educación, seguridad y justicia”.