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Uruguay impuso restricciones financieras a las importaciones provenientes de la Argentina, ante el abaratamiento de los productos de ese país a partir de la devaluación del peso, según un decreto difundido por el gobierno de Jorge Batlle. El mandatario había anunciado el pasado 19 de marzo que adoptaría medidas de protección de la producción local. La importación desde Argentina deberá contar con financiación previa en origen de 60 a 180 días, según los ítem arancelarios, para productos como aceites, lácteos, derivados del trigo, artículos de higiene, pinturas, vestimenta, manufactura de plástico y calzados. El artículo 1 del decreto, publicado ayer en la página web del gobierno uruguayo, dispuso que para estos productos “originarios o procedentes de la República Argentina el importador demuestre que la operación está documentada con carta de crédito con intervención bancaria, con los plazos mínimos de financiamiento establecidos”. Según el artículo 4, los plazos establecidos “se contarán a partir de la fecha de embarque”.