El Fondo Monetario Internacional no quiere quedar al margen de las negociaciones que Argentina va a encarar con el Club de París para refinanciar una deuda de 6500 millones de dólares. Es más, ayer recordó, a través de su vocero, que “generalmente la norma ha sido que las reestructuraciones de deuda con el Club de París se produzcan en el marco de un programa del FMI”. La respuesta de la ministra de Economía, Felisa Miceli, fue inmediata: “Jamás la Argentina volverá a tener un programa contingente con el FMI”.

Lo expresado por el representante del organismo de crédito fue interpretado, en Buenos Aires, como un cuestionamiento a la negociación abierta por la Argentina directamente con España por la deuda en particular con ese país, y a la distancia que Argentina puso con el Fondo. Desde que en enero de 2006, Argentina canceló en forma anticipada su deuda de 9500 millones de dólares con el Fondo, no volvió a tener acuerdos condicionados ni créditos del organismo. Al anunciar el pago de las obligaciones, el mismo gobierno destacó como hecho positivo que la cancelación iba a evitar “presiones” de parte del Fondo y que les permitía a las autoridades nacionales “ganar libertad” en materia de decisiones de política económica.

Pero ayer, desde Washington, el portavoz del FMI, Masood Ahmed, justificó el papel de la institución en el marco de las negociaciones de los países deudores con el Club de París. “Generalmente, la norma ha sido que las reestructuraciones de deuda del Club de París se produzcan junto a un programa del FMI”, señaló, sin avanzar más en ese punto.

En enero pasado, Argentina y España llegaron a un principio de acuerdo para el pago en seis años de 960 millones de dólares para amortizar un préstamo que el primero recibió del gobierno de José María Aznar en 2001, como parte de un plan de salvataje al plan de convertibilidad cuando éste hacía agua. La refinanciación fue negociada al margen del Club de París, lo que ahora el Fondo pretendería reencauzar hacia su propia órbita.

El comentario del portavoz del Fondo provocó la inmediata respuesta del Palacio de Hacienda, en Buenos Aires, cuya titular rechazó de plano la posibilidad de volver a negociar con el FMI. Ni ahora ni nunca más, según las expresiones de Felisa Miceli.