Desde Roma

Romano Prodi, primer ministro del gobierno italiano saliente, abandonará próximamente la política italiana y “tal vez la política en general”. “El futuro será sereno, ya que el mundo está lleno de momentos donde hay gente que esperan ayuda”, dijo recientemente Prodi, de 69 años. El político que se enfrentó a Silvio Berlusconi en las últimas elecciones derrotándolo por poco más de 20.000 votos y que es todavía presidente del Partido Democrático, que hoy lidera Walter Veltroni, explicó a la cadena de televisión Sky que espera poder seguir siendo útil: “Hay cosas que construir. Yo he terminado con la política italiana y tal vez con la política en general. Pero el mundo está lleno de ocasiones y deberes y hay mucha gente que espera una palabra de paz y de ayuda y, por tanto, hay ahora más espacio que antes”.

Mientras tanto, Berlusconi busca meter en el Senado a un empresario formado en el sanguinario movimiento fascista. El discreto anuncio de retirada de Prodi coincide con la estentórea entrada en campaña de su viejo contrincante político, Silvio Berlusconi, que el domingo rompió en pedazos, durante un mitin en Milán y ante miles de seguidores, el programa electoral del Partido Democrático (PD). En la apertura de campaña del Pueblo de la Libertad (PDL) para las elecciones del 13 y 14 de abril, Berlusconi aseguró que su grupo saca diez puntos de ventaja al PD y que el programa del centroizquierda es papel mojado. Los últimos sondeos dan, en cambio, siete puntos de ventaja al PDL sobre el PD en el Congreso: 43,5 por ciento contra 36,5 por ciento. Y la incertidumbre empieza a asomar con fuerza sobre los resultados del Senado, la cámara que hizo morir a mitad de camino al Ejecutivo de Prodi. La ley electoral atribuye premios de mayoría en el Senado a los grupos regionales y prohíbe votar a los menores de 25 años. Según un sondeo publicado ayer por el diario italiano La Repubblica, la diferencia entre PDL y PD sería sólo de 4,7 puntos en la Cámara alta.

- De El País de Madrid. Especial para Página/12.