Miércoles, 2 de julio de 2008 | Hoy
EL MUNDO › MORALES LO HABíA CRITICADO POR QUERER UNA BASE MILITAR DE EE.UU.
Las relaciones entre los países andinos se enfriaron y el peruano llamó a consultas a su embajador. Ayer las cancillerías de ambos países explicaron sus diferencias. García fue muy agresivo, mientras Evo se mantuvo firme, pero puso paños fríos.
No se quitó el saco ni esperó que le alcanzaran un micrófono. Apenas entró al salón VIP de aeroparque, el canciller peruano José Belaúnde se incrustó en un sillón y desde allí criticó con dureza al presidente de Bolivia.
“No estamos dispuestos a que el señor Morales se inmiscuya en nuestros asuntos cada vez que tiene una derrota electoral. Vamos a revisar las relaciones (con Bolivia)”, dijo Belaúnde a PáginaI12. Así respondió al anuncio que había hecho Evo Morales días atrás de que Estados Unidos iba a instalar una base militar en Perú. Pero el líder aymara, lejos de hacerle caso, ayer volvió a la carga y se despachó contra uno de los principales aliados de la Casa Blanca en la región.
El nuevo choque entre Bolivia y Perú empezó el sábado pasado, cuando Morales felicitó a Quito por no permitir que Estados Unidos mantuviera una base castrense en su territorio y criticó a Lima por hacer lo contrario. “(Washington) está llevando sus bases militares a Perú”, avisó. El mandatario boliviano llamó además al pueblo peruano a resistir y expulsar a la fuerzas norteamericanas cuando eso ocurra.
El comentario no le cayó bien al presidente peruano Alan García. En represalia, llamó a consultas a su embajador en La Paz, Fernando Rojas, que ayer viajó a Lima. Rojas señaló a la prensa que las relaciones entre los dos países andinos es preocupante, pero descartó una ruptura diplomática.
Ante semejante reacción por una información que Lima no pudo desmentir, el gobierno de Bolivia salió a bajar el tono a la discusión. El vicecanciller de ese país, Hugo Fernández, aseguró ayer que el presidente Evo Morales no tenía intención de intervenir en asuntos peruanos y que sólo pretendía expresar su preocupación por las bases militares de Estados Unidos, como antes lo hizo ante Paraguay.
Pero las palabras del diplomático no alcanzaron para calmar los ánimos del presidente peruano. “No quiero las disculpas de nadie”, disparó. “Habría que decirle como el rey Juan Carlos de España ‘¿Por qué no te callas?’”, añadió, haciendo referencia a un incidente en el que el monarca reprendió al presidente venezolano, Hugo Chávez, en la Cumbre Iberoamericana en Santiago en noviembre.
Este es el último episodio de una serie de chispazos que tuvieron lugar entre los meses de mayo y junio, a raíz de las diferentes visiones que defienden Perú y Bolivia sobre un acuerdo comercial entre la Comunidad Andina –integrada también por Ecuador y Colombia– y la Unión Europea. Mientras García quiere alcanzar un acuerdo rápidamente, Morales pone objeciones a un Tratado de Libre Comercio (TLC). La Paz también critica el TLC entre Lima y Washington aprobado por ambos países el año pasado, con el argumento de que el acuerdo bilateral podría desintegrar la CAN.
En este contexto, el mandatario peruano adoptó un lenguaje agresivo. “Métete en tu país y no te metas en el mío, ya estás tirando demasiado la cuerda, así que ten cuidado con las consecuencias de lo que estás haciendo”, advirtió.
Pero Morales no se dejó amedrentar y salió al cruce. “Acabamos de recibir un mensaje de Perú donde (García) me manda a callar. Creo que en un presidente esto es antidemocrático, no escucha el diálogo, no escucha al pueblo”, apuntó en una rueda de prensa al concluir la Cumbre del Mercosur en Tucumán. “La soberbia monárquica es un vicio que no se debe copiar, es algo que viene de la época colonial, que quedó atrás”, dijo. “Las bases militares son un problema de la región. Esto no es una intromisión”, concluyó.
Luego de las declaraciones que hizo el canciller peruano en aeroparque, el estado de los lazos entre Bolivia y Perú era un acertijo. Tras visitar Tucumán, en el marco de la Cumbre del Mercosur, José Belaúnde dijo a este diario que su país iba a poner en revisión las relaciones con Bolivia. “No es la primera vez que Morales hace estas acusaciones”, señaló.
Además del gobierno de La Paz, sectores de la oposición en Perú manifestaron su preocupación ante la posibilidad de que Washington instalara una base en ese país. También cuestionan la presencia de tropas militares norteamericanos en su territorio, pero el gobierno dice que es una misión humanitaria. “Lo que ya existe en la selva peruana es una base de Estados Unidos que está en camino de fijar su residencia”, denunció en abril Ollanta Humala. Belaúnde lo negó ayer. “El proyecto Horizonte dura tres o cuatro meses y lo realizamos desde hace años. Estados Unidos trae un equipo de unos 300 soldados paramédicos e ingenieros para construir escuelas y hospitales”, explicó el canciller peruano.
Informe: Juan Manuel Barca.
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