Sábado, 12 de julio de 2008 | Hoy
EL MUNDO › LA FUERZA GUERRILLERA ROMPIó EL SILENCIO CULPANDO A DOS OFICIALES DE ENTREGAR A INGRID Y A LOS DEMáS REHENES
Después de varios días, el Secretariado de la guerrilla salió a dar su versión de los hechos. Dijo que los rehenes se fugaron, acusó de traición a César y Enrique y manifestó que siguen interesados en un canje humanitario.
Las FARC sembraron nuevas dudas sobre el Operativo Jaque. El grupo guerrillero sostuvo que la liberación de Ingrid Betancourt no se trató de un rescate y atribuyó toda la responsabilidad de su pérdida a los guardias capturados por el ejército colombiano. “La fuga de los 15 prisioneros de guerra fue consecuencia directa de la despreciable conducta de César y Enrique, que traicionaron su compromiso revolucionario y la confianza que en ellos se depositó”, informó el Secretariado. Y reiteró su voluntad de realizar un canje humanitario de rehenes por rebeldes presos.
En el comunicado difundido por la Agencia Bolivariana de Prensa, el Secretariado –la cúpula de siete comandantes– da cuenta del golpe recibido al perder a la más preciada de sus rehenes. Pero señala al episodio como un hecho inherente a cualquier confrontación política y militar donde se presentan victorias y reveses.
El golpe recibido no implicó un cambio en la estrategia de intercambio que viene proclamando la guerrilla más antigua de Colombia. “Mantenemos vigente nuestra política por concretar acuerdos humanitarios que logren el intercambio y además protejan a la población civil de los efectos del conflicto”, sostienen las FARC en el texto. Pero advierten que “de persistir en el rescate como única vía, el gobierno debe asumir todas las consecuencias de su temeraria y aventurera decisión”.
El comunicado está fechado el 5 de julio, en las montañas de Colombia. No brinda detalles sobre cómo se produjo la fuga de los prisioneros ni si hubo dinero de por medio. Pero la responsabilidad atribuida a los dos comandantes a cargo del campamento da un nuevo aire a las versiones que dudaban de la veracidad del operativo de inteligencia de las fuerzas colombianas.
Gerardo Antonio Aguilar, alias “César”, y Alexander Farfán, alias “Enrique Gafas”, a los que las FARC acusa de traidores, fueron detenidos en la misma operación de rescate. Pocas horas después de que finalizó el Operativo Jaque, una radio suiza publicó en su portal de Internet una versión que daba cuenta de que uno de ellos había arreglado la liberación de la política francocolombiana y el resto de los rehenes, a cambio de 20 millones de dólares. Esta versión, sin embargo, fue desestimada por los gobiernos de Colombia, Estados Unidos y Francia, los tres países implicados.
Según la versión oficial, Aguilar y Farfán fueron engañados para que permitieran trasladar a los rehenes en un helicóptero de una supuesta misión humanitaria. El mismo sentido tuvieron las palabras de Betancourt. “No llego a creer que Gafas haya estado simulando. Tenía una mirada de desesperación y de odio que expresaba que había perdido”, dijo apenas aterrizó en Francia. Ambos guerrilleros –experimentados mandos cercanos al jefe militar Jorge Briceño, alias “Mono Jojoy”– se encuentran en una celda de la sede de la Fiscalía en Bogotá, a la espera de que el gobierno colombiano defina si acepta el pedido de extradición presentado por Estados Unidos. Washington solicitó su entrega el miércoles, bajo cargos de secuestro y terrorismo.
Algunas semanas antes del operativo, el presidente colombiano, Alvaro Uribe, anunció públicamente que su gobierno había destinado un fondo de 100 millones de dólares para pagar a los guerrilleros que custodiaban a los rehenes, si desertaban y entregaban a los cautivos. El mandatario también dijo que su gobierno se comprometía a respetar la libertad de los guerrilleros que decidieran aceptar su oferta y tramitar para ellos su acogida en una país extranjero.
La propuesta negociadora de las FARC llega justo después de que Uribe manifestara su molestia con los delegados europeos implicados en el canje humanitario, el francés Noël Saez y el suizo Jean-Pierre Gontard, por supuestos pagos y compromisos asumidos con la guerrilla. Luego de la decisión del gobierno colombiano de no recurrir más a los oficios de mediadores internacionales, desde la Cancillería francesa informaron que Colombia decidió poner fin a este mecanismo. Y negaron que Saez haya entregado dinero a las FARC en el 2003 para liberar a Betancourt.
La embajada de Suiza en Bogotá hizo lo propio el domingo, cuando buscó alejar a su gobierno de los movimientos de Gontard. El embajador helvético Thomas Kupfer subrayó que ese emisario es un consejero externo y que ni sus acciones ni sus declaraciones comprometen necesariamente al gobierno suizo.
La ex rehén de las FARC Ingrid Betancourt aseguró ayer que se retirará por un tiempo del centro de la atención mediática que ocupa desde que fue liberada, el 2 de julio, para recuperarse y dedicarse a su familia. “Necesito parar y hacer una especie de retiro”, señaló hoy la ex candidata presidencial colombiana en una entrevista a la emisora de radio francesa Europe 1, a la que llegó tarde porque le había sido “imposible físicamente” levantarse antes, explicó. Betancourt comenzó una intensa actividad a pocas horas de ser liberada, con apariciones públicas y numerosas entrevistas con la prensa, que la llevó a París, donde se reunió con el presidente francés, Nicolas Sarkozy. La ex rehén, que permaneció cautiva en la selva por más de seis años, planificó además una serie de actividades para bregar por la liberación del resto de los secuestrados en poder de las FARC e incluso exhortó a través de los medios de comunicación a los presidentes de la región para que conformen una suerte de grupo que presione ante la organización guerrillera. La ex política ratificó que volverá a Colombia cuando su regreso no genere inquietud en su familia y que por el momento se dedicará a “rehacer” su espacio.
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