Venezuela deportó ayer al ex ministro y ex senador colombiano Alvaro Araújo. El padre de Consuelo, la ex canciller de Alvaro Uribe, hacía un año que escapaba de la Justicia por sus vínculos con el jefe paramilitar Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40. Sin dar demasiadas precisiones, el nuevo ministro del Interior venezolano Tarek El Aissami anunció que el caudillo y jefe de una de las familias más poderosas de Colombia ya se encontraba volando hacia el país vecino. Allí lo espera la cárcel y un juicio por parapolítica, junto con su hijo y su sobrino, un senador nacional y un gobernador, quienes actualmente esperan sentencia. Hasta ayer se especulaba si el gobierno venezolano iba a deportar inmediatamente al prófugo colombiano o si iba a extraditarlo, trámite que podría retrasarse durante meses. El Aissami explicó que el gobierno chavista decidió privilegiar el delito más grave, por encima de los cargos presentados por la Justicia venezolana por falsificación de documentos. El reemplazante de Ramón Rodríguez Chacín, quien renunció el lunes, adelantó que Caracas también deportará esta semana a Bogotá a Marcos Orozco Wilches y Aldo Mario Alvarez, dos narcotraficantes colombianos detenidos el fin de semana pasado en el mismo estado fronterizo donde fue capturado Araújo, Zulia.