Desde Bilbao

Francia pisó ayer el acelerador en la lucha contra el entorno político de ETA en su territorio por primera vez. En una operación sin precedentes y bajo la dirección in situ de los principales jueces antiterroristas francesas, agentes de la Gendarmería y de la Policía Nacional descabezaron la dirección de Batasuna en Francia con la detención de sus cuatro principales dirigentes dentro de la investigación abierta sobre la financiación de este partido, legal en Francia, pero ilegalizado en España. También fue arrestado Antxon Etxeberri, miembro de la Mesa Nacional de la ilegalizada Batasuna en 2001 en representación de Baja Navarra (País Vasco francés).

La policía francesa relaciona buena parte del resto de personas arrestadas, a las que no se concretó la imputación que pesaba sobre ellas, con el atentado contra el complejo de hostelería Ostape en Bidarrai, regenteado por el cocinero y empresario Alain Duccase. El atentado, en junio de 2006, fue reivindicado por el grupo Irrintzi. Sin embargo, los medios franceses y españoles ya empezaron a vincular la redada de ayer con los tres atentados que conmocionaron al País Vasco en la madrugada del domingo pasado. El ministro del Interior español, Alfredo Pérez Rubalcaba, había dicho el día después que los tres coches bomba habían sido robados, cargados y preparados en territorio francés.

En total ayer fueron detenidas 12 de las 18 personas contra las que se sigue el procedimiento, registrada la sede de Batasuna en Bayona –con la presencia del portavoz de Batasuna en Francia, Xabier Larralde, y de la juez antiterrorista Laurence Le Vert– y los domicilios de los detenidos. De la documentación bancaria y de la contabilidad del partido confiscadas ayer y los datos que ya obran en poder de la Justicia francesa, que incluyen pistas sobre su financiación relacionada con las herriko tabernas (operación contra el bar Kalaka en septiembre de 2007), el golpe podría suponer el primer paso hacia la ilegalización en Francia de la izquierda abertzale que no condena la violencia de ETA.

Cuando el foco de atención se había fijado de nuevo en Francia, donde ETA tiene sus bases logísticas de las que parten los coches bomba que luego colocan los terroristas en España, las autoridades galas han decidido mostrar su músculo en ambos frentes. En la lucha contra los comandos de ETA, con la detención de dos supuestos miembros del aparato militar Unai Fano y María Lizarraga. Pero la novedad estuvo ayer en el asedio policial a Batasuna, que comenzó pasadas las seis de la mañana y en el que intervinieron más de cien agentes.

El juez Baltasar Garzón ya había puesto sus ojos en la Batasuna legal francesa el pasado mes de marzo, cuando ofició a las autoridades francesas para que le comunicaran los datos sobre determinadas transferencias de dinero de una cuenta del Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV) a algunos de los detenidos en la operación de ayer. Garzón investiga el destino final de cerca de 305 mil dólares del PCTV procedentes de las subvenciones como partido político.

En concreto, según los datos manejados por el juez Garzón, a la cuenta del portavoz Xabier Larralde se habrían transferido dos entregas de 17,5 mil dólares el 18 de diciembre de 2007, en Crédit Cooperatif. Jean Claude Aguerre y Aurore Martin recibieron 17,5 mil dólares cada uno. Giulano Girolamo Cavaterra también recibió dos transferencias de 12 mil euros en una cuenta de Société Genérale. La policía no pudo localizar a Gregorio Jiménez Morales y Zigor Gogeaskoetxea. A la cuenta del Crédit Agricol de Gogeaskoetxea se transfirieron dos remesas de 17,5 mil dólares, mientras que a la de Jiménez Morales, de la misma entidad financiera, 35 mil dólares en dos partidas remitidas el 24 de diciembre de 2007. De hecho, ya el pasado mes de abril, Francia bloqueó las cuentas de catorce miembros de la izquierda abertzale a petición del juez español.

* De El País de Madrid. Especial para PáginaI12.