Los empleados de la petrolera estatal de Brasil Petrobras iniciaron ayer una huelga de cinco días en protesta contra la negativa de la empresa a aceptar sus demandas de una mayor participación en las ganancias de la compañía y mejores condiciones de seguridad. “Nuestro objetivo es suspender totalmente la producción, para que el movimiento tenga un impacto sobre Petrobras”, afirmó la central sindical a través de un comunicado, en donde además se afirmó que “el objetivo de la medida de fuerza es evitar que la empresa transfiera los costos de la crisis a los trabajadores”.

Según Joao Antonio de Moraes, presidente de la Federación Unica de los Petroleros (FUP), en la primera jornada de la protesta se registró una reducción en la producción de crudo en los yacimientos de los estados de Río Grande do Norte, Bahía y en la plataforma continental del estado de Espírito Santo.

Sin embargo, Moraes admitió que la producción en esas unidades fue reanudada por trabajadores contratados por la empresa en el marco de su “plan de contingencia”, pero sostuvo que esa práctica aumenta los riesgos de seguridad. “Las personas que están operando esas unidades no son adecuadas. Los equipos están formados por un supervisor o por un ingeniero que desde hace mucho no actúan directamente en la producción”, sostuvo.

La misma Petrobras se encargó de confirmar esta información al señalar ayer por la noche a través de un comunicado que, pese a la huelga decretada por el sindicato, todas las unidades de la empresa operaron en el día de ayer, gracias a los equipos de contingencia que asumieron las operaciones. Según la empresa, en la Cuenca de Campos, de donde sale la mayor parte del petróleo producido en el país, 28 de las 40 plataformas no se adhirieron al movimiento, así como tampoco habría habido adhesión alguna por parte de los trabajadores de 25 de los 47 terminales que distribuyen los combustibles producidos por la compañía. “En las once refinerías la producción de derivados de petróleo no fue afectada. Algunas de ellas se adhirieron parcialmente a la huelga y operan con equipos propios o de contingencia”, expresó el comunicado de Petrobras, que aseguró que no existe ningún riesgo de un colapso en el abastecimiento de combustibles, ya que la empresa tiene reservas suficientes para atender a la demanda durante los cinco días previstos de huelga. Pese a sus esfuerzos por hacer fracasar la acción de los trabajadores, los dirigentes del ente estatal manifestaron su esperanza de una solución rápida y negociada para la protesta: “Petrobras está abierta a negociar”, expresó la compañía en un comunicado. El año pasado, una huelga similar redujo en más de 100.000 barriles diarios la producción de la empresa, pero tampoco logró afectar el abastecimiento de combustibles.