Al menos 25 personas murieron y 50 resultaron heridas en un atentado suicida perpetrado ayer durante un funeral en el noreste de Bagdad, según informaron un responsable local y una fuente de los servicios de seguridad.

El atentado se produjo en Jalawla, a 130 kilómetros al nordeste de la capital iraquí. La localidad, poblada por kurdos chiítas y árabes sunnitas próximos a Al Qaida, está situada en la provincia de Diyala, una de las más peligrosas de Irak.

Según Mohammad Osmane, un responsable local de Janakin, una ciudad más al norte, el atentado se produjo durante una ceremonia de presentación del pésame a una familia de Jalawla. El kamikaze avanzó en medio de las personas que presentaban sus condolencias a un jefe kurdo que acababa de perder a su padre y detonó su cinturón de explosivos, según las mismas fuentes. Se ignoraba si ese jefe kurdo pereció en el atentado.

Horas antes, al menos ocho personas murieron y otras 16 resultaron heridas en un atentado perpetrado al oeste de Bagdad, según informaron fuentes de los servicios iraquíes de seguridad. Una bomba artesanal estalló en una calle de un barrio industrial, según fuentes de los ministerios iraquíes del Interior y Defensa.

El atentado se produjo cerca de Abu Ghraib, una localidad sunnita a 30 kilómetro de Bagdad, donde, el 10 de marzo, al menos 33 personas perecieron en un atentado suicida contra jefes de tribus y responsables militares iraquíes de visita en ese antiguo feudo de la insurrección.