Desde la devaluación en Venezuela hace dos semanas, cerca de 2000 comercios fueron cerrados entre 2 y 24 horas por no cumplir con los nuevos precios. Unos pocos, como la cadena de supermercados franco-colombiana Exito, fueron expropiados y pasaron a manos del Estado. Según explicó en su reciente jura el nuevo vicepresidente, Elías Jaua, después de once años de gobierno chavista llegó la hora de alcanzar la hegemonía de la propiedad social. “Los medios estratégicos nos pertenecen a todos para garantizar que todos tengamos patrimonio familiar”, sugirió en el acto del martes. A su lado, el presidente Hugo Chávez le sonreía con un gesto de aprobación. Hacía 24 horas había promulgado una reforma a la Ley para la Defensa de las Personas en el Acceso a los Bienes y Servicios (conocida como la Ley Indepabis), que le permitirá expropiar empresas o comercios sin pasar por la Asamblea Nacional.

El Indepabis es el Instituto que se encarga de vigilar a los negocios y comercios de todo el país. Una cuadrilla de fiscales, acompañados por miembros de la Guardia Nacional, han recorrido mercado por mercado, local por local, desde que Chávez anunció la devaluación del bolívar y estableció dos tipos cambiarios con respecto al dolar, uno para los bienes y servicios de primera necesidad –2,6– y otro para el resto –4,3–. Se pasean por los pasillos de las tiendas chequeando los precios al por mayor y por menor, y cuánto variaron después de la devaluación. Si la división no les da, los multan. Si la irregularidad se repite en varios productos, proceden a cerrar temporalmente el establecimiento. Según informó la directora de Indepabis, Valentina Querales, la mayoría de los 1900 negocios que fueron suspendidos hasta ahora quedaron cerrados sólo entre dos y 24 horas.

Querales también señaló que la mayoría de los comercios sancionados pertenecían a los ramos de alimentos, ropa, ferreterías, repuestos, neumáticos, ventas de electrodomésticos, joyerías y muebles. El argumento que recibían con más frecuencia de los dueños de los locales era que debían cobrar un poco de más para luego poder costear los nuevos envíos de mercadería, que llegarán con el aumento producto de la devaluación del bolívar. Antes de la reforma de la Ley Indepabis hasta ahí podía llegar el gobierno venezolano. Cuando Chávez consideraba que los incumplimientos y las irregularidades eran demasiados, como en el caso de la cadena de supermercados franco-colombiana Exito, le pedía a la Asamblea Nacional una ley de expropiación. Ya no. La reforma promulgada por Chávez el lunes y publicada en la Gaceta Oficial el martes le abrió las puertas al Ejecutivo para expropiar negocios sin previa consulta o autorización del Legislativo. Además le otorga amplios poderes.