El Gobierno volvió a fortalecer la hipótesis de una posible intervención del Congreso en el caso de Telefónica y Telecom. “El monopolio de las telecomunicaciones ya está constituido. Hoy la empresa española controla a Telecom Argentina a través de la compañía Sofora –que es la controlante de Telecom Italia–. Si la Justicia no permite resolver el tema, será el Parlamento el que deba intervenir”, afirmó ayer la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, durante la conferencia de prensa en la que anunció la designación de Mercedes Marcó del Pont en el Banco Central. Anteayer, la Cámara en lo Penal Económico había frenado una resolución de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia que obligaba a Telecom Italia a desinvertir en la filial local, a raíz de su vínculo comercial con la telco española. Frente a esta decisión del tribunal, la Presidenta volvió a insistir con la posibilidad de una nacionalización, para lo que intervendría la Comisión Bicameral de Seguimiento de las Privatizadas, tal cual ocurrió con la estatización de Aerolíneas Argentinas.

“En Argentina no permitiremos ningún monopolio. Si el tema no se resuelve en la Justicia, será el Parlamento el que tenga que tomar cartas en el asunto. Está muy claro que en el país hay una situación monopólica, donde Telefónica tiene injerencia dentro de Telecom”, sentenció Fernández de Kirchner.

La semana pasada, el ministro de Planificación, Julio De Vido, había señalado que si el caso de Telecom no avanzaba en Tribunales, “podría intervenir el Congreso” con un proyecto para nacionalizar la empresa. Esta semana, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, les bajó el tono a los dichos de De Vido, pero el nuevo revés judicial para el Ejecutivo volvió a mover las cosas.

“No hay concentración económica porque Telefónica de España no controla, ni directa ni indirectamente a Telecom”, señalaron anteayer los jueces de la Cámara en lo Penal Económico Edmundo Hendler y Nicanor Repetto. Este fallo, que frenó el proceso de desinversión indicado por el Ejecutivo, fue el que motivó las nuevas referencias de la Presidenta a una posible nacionalización de Telecom, o una “argentinización”, ya que hay distintos empresarios interesados en comprar las acciones de los italianos (que tienen el 50 por ciento del paquete accionario), entre ellos Eduardo Eurnekian y Ernesto Gutiérrez. El otro 50 por ciento es de la familia Werthein.

Los españoles pasaron a controlar a la italiana luego de comprar el 5,6 por ciento de las acciones con derecho a voto de forma directa, a través de la sociedad Telco y el 18 por ciento en forma indirecta, mediante la adquisición de la compañía Olimpia –que tenía el 54,9 por ciento de Telecom Italia–, totalizando el 23,6 por ciento de las acciones. Luego de esta operación, Telefónica eligió a César Alierta, número uno de la empresa española, para formar parte del directorio de Telecom.

La Comisión Europa –el brazo ejecutivo de la Unión Europea– está siendo presionada por diputados italianos para que intervenga en el caso. Por otro lado, el gobierno italiano estaría por reunirse con los directivos de la operadora italiana “para conocer su posición sobre una eventual fusión con Telefónica”. Desde hace varios días, el periódico La Repubblica viene sosteniendo la versión de que ambas compañías podrían llegar a fusionarse. El tema de una posible fusión no es más que un trascendido, sin embargo en Europa están preocupados por la posible concentración económica entre las dos grandes telefónicas. Esta preocupación reforzaría el argumento que sostiene el gobierno argentino sobre el vínculo directo que existe entre ambas empresas. Si el Ejecutivo decidiera avanzar en un proyecto de nacionalización, podría utilizar como argumento –además de las resoluciones de la CNDC– la violación de los términos de la licencia otorgada a Telecom en 1999, donde se indica que “ni Telecom ni Telefónica pueden tener negocios compartidos ni participaciones accionarias cruzadas”.