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La Comisión de Constitución y Justicia del Senado brasileño convocó ayer a la jefa del gabinete, Dilma Rousseff, para hablar sobre el Plan Nacional de Derechos Humanos, que entre otros proyectos propone investigar las violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura militar. Por sus duras críticas contra la creación de una Comisión de la Verdad, el general del Ejército Maynard Marques de Santa Rosa será destituido de su cargo, según anunció ayer el ministro de Defensa, Nelson Jobim.

Los senadores quieren interrogar a la candidata oficialista sobre los detalles del plan que suscitó en el último tiempo un fuerte rechazo desde las Fuerzas Armadas y la oposición del presidente Luiz Inácio Lula da Silva. Su convocatoria no es casual. Rouseff no sólo es la elegida para suceder a Lula, sino que fue una reconocida militante de la resistencia armada en los violentos años sesenta y, por ello, fue detenida y torturada por la dictadura.

Además de Rousseff, el Senado convocó al presidente del Supremo Tribunal Federal (STF), Gilmar Mendes, para discutir sobre la legalidad de las propuestas contenidas en el proyecto de ley. El plan de derechos humanos produjo un vendaval político desde su anuncio en diciembre pasado. Después de múltiples amenazas de renuncias presentadas por toda la cúpula militar y varios de sus propios ministros, entre ellos el propio Jobim, el mandatario tuvo que cambiar dos de las veintisiete iniciativas.

La primera, la Comisión de la Verdad. Lula aceptó que la Comisión investigue no sólo los crímenes cometidos por la dictadura militar, sino también los de los grupos armados que resistían al terrorismo de Estado. La segunda enmienda que se vio forzado a realizar fue sobre la propuesta de legalizar el aborto. Según explicó hace unas semanas su secretario de Derechos Humanos, el dirigente petista Paulo Vannuchi, el texto original reivindicaba la autonomía de las mujeres para decidir, un reclamo que, según dijo, el presidente no comparte. “El tema será tratado como un problema de salud pública”, explicó, adelantando que el aborto se legalizaría sólo para algunos casos extremos.

Aunque el tema de la Comisión de la Verdad parecía haberse solucionado entre Lula y la cúpula militar hace semanas, ayer se conoció un nuevo capítulo. Según anunció Jobim, el general Maynard Marques de Santa Rosa quedará cesante en su cargo de director del Departamento General de Personal del Ejército, hasta que se decida sobre un posible retiro forzado. El diario Folha de Sao Paulo había publicado una nota distribuida en Internet, en la que el general de cuatro estrellas y miembro del Alto Comando del Ejército denostaba a la Comisión de la Verdad. “Confiar a fanáticos la búsqueda de la verdad es entregar el gallinero al cuidado del zorro”, había advertido el general. Las Fuerzas Armadas nunca fueron juzgadas por los crímenes de la dictadura gracias a una amnistía, aprobada en 1979 en medio del período de facto.