EL MUNDO
La violencia que cosecha represión
Alvaro Uribe Vélez, favorito para ganar las elecciones de mayo en Colombia, promete terminar con la zona en poder de las FARC.
La línea dura está explicando lo que va a hacer si gana en Colombia. Y sus explicaciones no son diplomáticas ni corteses. El aspirante presidencial Alvaro Uribe Vélez, cuya popularidad se disparó a las nubes en las últimas semanas de ofensiva guerrillera después de un fallido intento de reencarrilar el diálogo de paz, criticó ayer el papel de la ONU y de los diez “países amigos” del proceso de paz entre el Gobierno y la guerrilla de las FARC al afirmar que ha sido una “mediación internacional equivocada”. En declaraciones a los periódicos El Tiempo y El Espectador, Uribe Vélez también negó que quiera llevar el país “a una guerra total”, pero afirmó que, si resulta elegido, al día siguiente de asumir sus funciones acabará con la zona neutral de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El candidato, disidente del opositor partido Liberal y favorito en las recientes encuestas para suceder a Pastrana en el período 2002-2006, dijo que es el primer amigo de la mediación internacional, pero no “de la mediación internacional equivocada del 20 de enero; la mediación tiene que ser para que haya una rectificación de fondo del proceso”, afirmó a El Tiempo. En noviembre de 1998, Pastrana cedió a las FARC una zona desmilitarizada de 42.139 kilómetros cuadrados en el sur del país, para celebrar allí un proceso de paz que se realiza desde enero de 1999 sin que aún se haya acordado un alto el fuego. El pasado 20 de enero, en parte gracias a la mediación internacional, las negociaciones pudieron mantenerse después de una aguda crisis de tres meses. Sin embargo, a partir de ese mismo día, las FARC comenzaron una oleada de violencia en territorio colombiano, la cual ha dejado al menos 130 muertos entre civiles y militares por explosión de bombas, emboscadas, atentados con dinamita a torres de transmisión eléctrica y acueductos y ataques a poblaciones.
“La autoridad legítima del Estado no es la guerra, sino todo lo contrario, disuasión de la guerra. Los violentos no negocian cuando el Estado es incapaz de contenerlos. La paz no nace de abracitos televisivos, sino de la autoridad y la justicia social”, agregó Uribe Vélez. El candidato indicó que si el próximo 7 de abril el gobierno de Pastrana y las FARC acuerdan una tregua, ésta será sospechosa, lo cual significa que la más numerosa y antigua guerrilla del país “siga asesinando colombianos y que solamente nos abran la posibilidad de una tregua a 48 días de las elecciones”, advirtió a El Espectador. “Antes que candidato presidencial soy padre de familia y pertenezco al 50 por ciento de las familias colombianas enlutadas por esa violencia”, agregó el político a la misma publicación, refiriéndose a los constantes ataques de las FARC contra la población civil, pese a que en el acuerdo del 20 de enero se comprometieron a terminar con esta clase de hostilidades. El año pasado, Alvaro Uribe Vélez fue objeto de dos intentos de asesinato de las FARC y sus padres murieron víctimas del conflicto armado. Y el veredicto final empezará a pronunciarse el 26 de mayo, día de las elecciones.