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El Colombiano
La gente está cansada de esperar resultados de un modelo de negociación que se agotó en gran medida por la generosidad gubernamental no bien respondida por la cúpula de las FARC y empieza a mirar propuestas más enérgicas. Ahí, quien tiene una posición coherente y vertical es Uribe Vélez y quien sale perjudicado es Serpa por no haberse decidido claramente si está con la estrategia de gobierno o por una de confrontación o por no haber sido convincente en sus reacciones a la crisis reciente. Serpa se ha desdibujado como líder de la oposición y se ha dejado maquillar por asesores que lo presentan bajo la imagen de un derrotado. Si el terrorismo aumenta, es probable que Uribe gane la presidencia en la primera vuelta.
(Darío Acevedo Carmona)

Revista Cambio
Los comentaristas de la prensa de Colombia han reducido sus explicaciones sobre el repunte de Uribe Vélez al hecho de que él es quien tiene una posición más dura sobre el tratamiento que se le debe dar a la guerrilla y es el más crítico del modelo de negociación para la paz. La tesis mayoritaria es que la embestida dinamitera de la guerrilla lleva a la gente a inclinarse por el candidato más duro, y en ese sentido muchos han dicho que el jefe de debate de Alvaro Uribe es el propio Tirofijo. La guerrilla, por su parte, califica el furor por Uribe como una estrategia de los medios, que le venden un salvador a la clase media cada vez más empobrecida y temerosa por lo que llaman la escalada estratégica de las FARC.
(Roberto Pombo)

El Tiempo
La posibilidad de que Alvaro Uribe sea el próximo presidente es una excelente noticia para Colombia. Un político con ideas claras, que no transige en lo fundamental. Está demostrado que el problema no es de instituciones, sino de personas y liderazgo y los ciudadanos parecen al fin haberse dado cuenta. Es una lástima que sea a costa de Noemí, una política que ha madurado mucho y cuya propuesta –aunque no tan detallada y profunda como la de Uribe– es también buena y representa un sector moderno y nuevo de la sociedad colombiana. Ojalá Uribe entienda que Noemí es una gran aliada y, si siguen las cosas como van, trabaje con ella y su gran equipo en la transformación pacífica del país.
(Francisco Santos)