Colombia presentará hoy en la OEA sus pruebas sobre la presunta presencia de guerrilleros en Venezuela. Según publicó el diario bogotano El Tiempo, la delegación del gobierno de Alvaro Uribe tiene preparado un dossier con 10 videos, 12 testimonios de desmovilizados, más de 20 fotografías y las coordenadas de algunos de los supuestos campamentos de las FARC y el ELN en la selva venezolana. La sesión comenzará a la mañana y promete ser el escenario de un fuerte cruce de denuncias entre Colombia, Venezuela y también Ecuador. El martes a última hora, el embajador ecuatoriano ante la OEA, Francisco Proaño, presentó su renuncia indeclinable por diferencias con su canciller, Ricardo Patiño. Según explicó a la prensa, el ministro de Rafael Correa lo había presionado para que no convocara a sesión hoy, una de sus funciones como presidente pro témpore del Consejo Permanente de la OEA. “No hubo más remedio que marginarme, pues estaba en una disyuntiva muy seria”, sostuvo.

Con el pasar de las horas, la expectativa crecía en Washington. Un grupo de senadores republicanos había aprovechado la tensión que dominaba los pasillos de la OEA para difundir una carta. En ella le reclamaban al Departamento de Estado que denuncie al gobierno de Chávez por “erosionar” la democracia en su país, un pedido que en los últimos meses compartieron tanto republicanos como demócratas. Al mismo tiempo que los medios internacionales reproducían las críticas a Venezuela de la oposición norteamericana, el embajador colombiano ante el organismo hemisférico, Luis Hoyos, también preparaba la cancha para una nueva pulseada entre el gobierno de Uribe y el de Hugo Chávez.

En una entrevista con un medio colombiano, el diplomático prometió que no buscará una condena contra el gobierno venezolano en la sesión de hoy, sino que el objetivo será convencer a todos los países de la región sobre la necesidad de cooperar en materia de seguridad con Bogotá. “Lamentablemente en el caso de Venezuela, a pesar de toda la información que se ha entregado y de toda la búsqueda de cooperación, no ha sido posible la cooperación”, aclaró Hoyos.

Pero a pesar del tono moderado del embajador colombiano, entre los diplomáticos venezolanos y ecuatorianos la sensación ayer era que se venía un nuevo cruce lleno de denuncias y acusaciones. Desde el Palacio de Miraflores decidieron mantener un silencio absoluto y lo mismo estaba haciendo el gobierno de Correa desde el Palacio de Carondelet, hasta que su embajador ante la OEA sorprendió con su renuncia y su denuncia. La Cancillería en Quito tardó en responderle a su hombre en la OEA, un veterano y reconocido diplomático; la desmentida oficial llegó recién al final de la tarde.

“En ningún momento al embajador Francisco Proaño se le ‘ha instruido de manera expresa y categórica, por vía verbal y por nota, que no dé paso a la mencionada solicitud’ como lo expresa él en su carta de renuncia”, señaló el ministerio en un comunicado. En el mismo texto, el gobierno sí reconoció que le había pedido a su embajador que dilatara la apertura de la sesión para “dar espacio a un diálogo”.

Unas horas después, la Cancillería ecuatoriana informó que el reemplazo de Hoyos sería la ex canciller María Isabel Salvador, la mujer que comandó la crisis regional que desató el bombardeo colombiano al campamento de las FARC en territorio ecuatoriano, el 1º de marzo de 2008. Ayer Salvador estaba en Bogotá, participando de una sesión del Parlamento Andino, órgano para el que fue elegida este año. Al cierre de esta edición no estaba claro si viajaría hoy a Washington para participar de la sesión en la OEA.