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El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, convocó para hoy a los directivos de su partido, el Pueblo de la Libertad (PDL), para decidir si piden al jefe del Estado, Giorgio Napolitano, que Gianfranco Fini cese como presidente de la Cámara de los Diputados. No obstante, Fini aseguró ayer que pretende continuar en su cargo durante lo que queda de legislatura. Todo ello se produce tras la expulsión de Fini del partido y sus últimas declaraciones sobre que el PDL “había muerto”.

“El primer paso será solicitar el cese de Fini de la Cámara”, señaló el líder de la Liga Norte, Humberto Bossi, ahora principal aliado de Berlusconi al salir de una reunión en la residencia del jefe de gobierno italiano. Berlusconi y Bossi se reunieron anoche junto a varios ministros del gobierno para elaborar una respuesta a las declaraciones vertidas por Fini, quien descargó una furiosa ofensiva contra su ex aliado, el domingo pasado en Mirabello, en un discurso en el que aseguraba que el PDL estaba muerto y abogaba por un nuevo pacto de Legislatura.

Fini fue expulsado a finales de julio por Berlusconi del PDL, formación que ambos habían fundado, pero logró crear un bloque de 34 diputados y diez senadores en el Congreso, lo que le permite bloquear las iniciativas legislativas gubernamentales.

Bossi y Berlusconi consideraron que las palabras de Fini demuestran que “no es imparcial”, lo que es incompatible con su cargo y, por este motivo, acudirán a Napolitano para exponerle la gravedad de la situación, que pone en una posición difícil el funcionamiento de las instituciones.

Ante la anomalía que supondría pedir al jefe del Estado italiano que destituya a un presidente del Congreso, de la reunión de hoy pueden surgir otras alternativas para salir de este momento de crisis. Entre ellas, Bossi, como reitera desde hace semanas, insistió ayer en la necesidad de convocar elecciones anticipadas, que serían en noviembre, para salir “del pantano” en el que se ha caído.

Tras el anuncio de Bossi y Berlusconi, Italo Bocchino –portavoz del grupo parlamentario autónomo Futuro y Libertad para Italia (FLI), creado por Fini tras su expulsión del PDL– calificó la decisión de “políticamente inaceptable” y señaló “que viola el principio constitucional de la separación de poderes”. Fini tachó de “analfabetismo sobre derecho constitucional” a la posible decisión de Berlusconi y Bossi de pedir su dimisión al presidente de la República, Giorgio Napolitano.