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¿Revolucionarios o ladrones de medio pelo? Aún no está claro si se trató de un secuestro con fines políticos o solamente económicos, pero el arresto en Brasil del chileno Hernández Norambuena, ex dirigente del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), y de otras cinco personas por el secuestro de un publicista brasileño a cambio de 10 millones de dólares –que nunca llegaron a cobrar– está generando especulaciones por parte de los investigadores y de la prensa. Norambuena fue definido ayer como un “revolucionario internacional” por su hermana, días después que un periódico chileno asegurara que el guerrillero pertenecía a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Una versión publicada ayer asegura que el rescate del publicista brasileño Washington Olivetto tenía como principal objetivo recaudar fondos para rearmar a los militantes del grupo extremista chileno Frente Patriótico Manuel Rodríguez/Disidente (FPMR/D). De acuerdo con el periódico brasileño Folha de Sao Paulo, Hernández Norambuena utilizaría los 10 millones de dólares del rescate para “afianzarse en el liderazgo de la facción y financiar sus acciones en el marco de una ideología ‘internacionalista’, de cooperación con otros grupos revolucionarios latinoamericanos”. De hecho, los dos chilenos detenidos, Alfredo Canales Moreno y Marcos Rodríguez Ortega. pertenecieron en el pasado al Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), y la nómina de arrestados se completa con un colombiano, una argentina y una española, con lo cual un módico “internacionalismo” parece asegurado. Las investigaciones de la policía brasileña indican que al menos 16 personas participaron del secuestro.
Pero la policía es escéptica. “Hasta ahora no hemos conseguido relacionar a ningún partido, sindicato o asociación de barrio con el caso de Washington Olivetto”, declaró ayer el responsable del Departamento Antisecuestro de Sao Paulo, Wagner Giudice. Giudice también advirtió que si los secuestradores alegasen cualquier motivación política será con el fin de “obtener algún beneficio legal”. “Se trató de un acto criminal común”, sostuvo. Otra versión correspondió al diario brasileño Correo Brasilienze, que sostuvo ayer que la base de operaciones del FPMR estaría en Montevideo, Uruguay, bajo la pantalla de una organización no gubernamental (ONG). Ese mismo periódico asegura que algunos miembros de la banda que lograron escapar, se refugiaron en la capital uruguaya después de huir por la ciudad brasileña de Porto Alegre.
El miércoles llegó a Brasil la hermana del líder del grupo, Cecilia Hernández Norabuena, acompañada por defensores de derechos humanos. En el consulado de Chile en San Pablo aseguró temer por la integridad de su hermano a quien calificó de “un revolucionario internacional”. Hernández Norambuena llegó a ser uno de los dirigentes del FPMR, que apareció a finales de 1983 como el brazo armado del Partido Comunista chileno, con el que se distanció en 1987. Ayer, la secretaria general del Partido Comunista de Chile, Gladys Marín rechazó el secuestro de Olivetto: “Claramente el secuestro no lo compartimos”.
Tanto el FPMR como el MIR impulsaron en Chile la insurrección contra Augusto Pinochet. Apodado “comandante Ramiro”, Hernández Normabuena escapó en 1996 de una cárcel de alta seguridad de Santiago donde cumplía prisión perpetua por el asesinato del líder derechista Jaime Guzmán, cinco años antes.