Los gobiernos de Nicolas Sarkozy y David Cameron abogaron ayer por nuevas y fuertes sanciones contra Irán en caso de que se niegue a implementar un programa de desarme nuclear. Ambos países expresaron “su viva preocupación” por la dimensión militar del programa nuclear iraní, a la luz del informe publicado ayer por la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA). “Nuestro objetivo sigue siendo que Irán se conforme plenamente a sus obligaciones internacionales”, señaló el comunicado difundido por la AIEA. El texto fue publicado tras un encuentro en Londres del grupo de alto nivel, creado en virtud del tratado de cooperación en materia de defensa y seguridad. Irán prometió no retroceder ante “nada ni nadie” en su programa nuclear, pese a las amenazas de nuevas sanciones, y obtuvo un apoyo clave de Rusia, que rechazó los llamados a redoblar las sanciones contra la República Islámica. En respuesta a la difusión del informe, Israel llamó al mundo a detener las actividades atómicas de Irán. Sin embargo, el comunicado difundido por el gobierno israelí no mencionó la amenaza de un ataque militar, más allá de las recientes declaraciones de varios funcionarios israelís que destacaron que esa posibilidad no puede descartarse. El informe aparece semanas después de que Estados Unidos denunciara un extraño complot supuestamente orquestado por Iran.