EL MUNDO › HABLA JOSEPH NYE, CRITICO ESTADOUNIDENSE DE GEORGE BUSH
“EE.UU. no podrá defenderse solo”
Joseph Nye es algo así como el anti-Rumsfeld. Es decir, se trata de un cuadro de Washington que rechaza el unilateralismo y defiende el multilateralismo. Aquí, su teoría en medio de lo que está pasando.
Por J. P. Velázquez-Gaztelu
Desde Madrid
Joseph Nye es una de las voces más críticas en EE.UU. con el unilateralismo de la administración de George W. Bush. Este veterano de los gobiernos demócratas de Jimmy Carter y Bill Clinton, decano de la Escuela de Gobierno de la Universidad de Harvard, estuvo en Madrid para presentar su último libro, La paradoja del poder norteamericano (Taurus), en el que sostiene –contrariamente al pensamiento dominante en Washington– que sólo con la ayuda de sus aliados europeos EE.UU. podrá luchar con éxito contra el terrorismo y hacer frente a futuras crisis internacionales.
–Usted opina que desde el imperio romano no ha habido otro país que haya dominado tanto a los demás como EE.UU. ¿Cómo debería ejercer Washington ese papel dominante?
–Hace 12 años escribí un libro (Bound to lead, Destinado a liderar) en el que advertía de que EE.UU. no estaba en declive, sino que iba a convertirse en el país dominante. Mi nuevo libro advierte sobre el error opuesto, que es el triunfalismo. El mayor peligro que veo hoy en Washington es que hay demasiada gente que piensa que por ser tan poderosos militarmente podemos hacer lo que queramos. Si no somos capaces de darnos cuenta de que ser tan poderosos no significa que podamos resolver los problemas solos, creo que EE.UU. va a tener grandes dificultades a largo plazo.
–El poderío militar está en el centro del debate...
–En mi libro uso la metáfora de un tablero de ajedrez con tres niveles. En el nivel militar, nadie va a desafiar a EE.UU., pero en el nivel económico, Europa hace ya de balanza al poder estadounidense. En el nivel más bajo, el de las relaciones transnacionales en un mundo sin fronteras, nadie ejerce el control. El único modo de resolver problemas transnacionales, incluyendo el terrorismo, es mediante la cooperación entre países. Por eso digo que la gran paradoja del poder norteamericano es que el país más fuerte desde Roma no puede proteger a sus propios ciudadanos actuando solo.
–¿Está de acuerdo con (el ideólogo conservador) Robert Kagan en que Europa y EE.UU. han dejado de compartir la misma visión del mundo?
–Creo que eso es exagerado. Europa y EE.UU. comparten más valores y más intereses comunes que otras dos partes del mundo cualquiera. Hay algo de verdad en el hecho de que los europeos parecen más preocupados por mantener la isla de paz que con tanto éxito han creado, y que quizá no estén prestando la suficiente atención a que fuera de Europa, en lugares como Medio Oriente y Asia, el mundo es todavía un mundo tradicional, en el que el uso de la fuerza sigue siendo, en ocasiones, esencial. Por otro lado, creo que algunos estadounidenses, particularmente en el Departamento de Defensa, no prestan la suficiente atención al llamado poder blando, la capacidad de atraer a los demás en lugar de repelerlos. Hay diferencias, como dice Kagan, pero estas diferencias hay que verlas con perspectiva, en el contexto de una gran civilización común.
–¿Cómo puede Europa equilibrar las tendencias unilateralistas de EE.UU.?
–Parece haber dos visiones de cómo Europa puede moderar la posición estadounidense. El punto de vista francés parece ser oponer resistencia para equilibrar el poderío estadounidense. Pero no creo que tenga mucho éxito, porque en Europa no parece haber mucha voluntad de invertir los recursos –el 3 por ciento del PBI, por ejemplo– suficientes para equilibrar el poderío militar de EE.UU. La otra visión europea es la de Tony Blair y José María Aznar, que es cooperar con los estadounidenses para hacerles ver la importancia de trabajar con el resto del mundo, especialmente con los aliados. Obviamente, creo que la segunda de estas dos posiciones tiene más posibilidades de ser efectiva.